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La pandemia de COVID está cerca de terminar… pero el virus seguirá

La revista médica The Lancet estima que la pandemia está cerca de llegar a su fin; sin embargo, la humanidad se seguirá enfrentando a nuevas variantes.

Aunque nuevas variantes surgirán, pandemia llegará a su fin Créditos: Cuartoscuro
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Tras dos años del surgimiento del COVID-19 numerosos países a nivel mundial han realizado acciones extraordinarias para contener el virus, motivo por el cual, el fin de la pandemia está cada vez más cerca; sin embargo, la humanidad se seguirá enfrentando a nuevas variantes.

Así lo prevé un estudio realizado por la revista médica The Lancet, donde se mencionó que después de la ola provocada por la variante Ómicron “volverá el COVID-19, pero no la pandemia”.

La acelerada propagación del genoma descubierto en Sudáfrica ha hecho que a nivel mundial se acelere la aplicación de vacunas contra el virus del SARS-CoV-2, así como de dosis de refuerzo; sin embargo, dichos esfuerzos serán en vano pues cuando se logre la inmunización completa la nueva ola habrá llegado a su fin.

Es poco probable que aumentar los refuerzos de la vacuna COVID-19 o vacunar a las personas que aún no han sido vacunadas tenga un impacto sustancial en la ola de omicrones porque para cuando estas intervenciones se amplíen, la ola de omicrones habrá terminado en gran medida”, señaló la revista británica.

Dichas estrategias serán útiles en países donde Ómicron aún no ha llegado, pues en donde la variante ya se ha expandido alcanzará su punto máximo dentro de tres a cuatro semanas, mientras que las acciones de los gobiernos surtirán efecto las próximas cuatro a seis semanas.

Se espera que el pico de Ómicron ocurra en la mayoría de los países entre ahora y la segunda semana de febrero de 2022. Se espera que los últimos picos de Ómicron se produzcan en los países donde la ola de Ómicron aún no ha comenzado, como en el este de Europa y el sureste de Asia”, agregaron.

Impactos de nuevas variantes serán menores

Se estima que en marzo del presente año una gran proporción del mundo habrá sido infectada con la nueva variable, por lo que los aumentos de vacunación contra el COVID-19 y la aplicación de dosis de refuerzo, sumado a los altos niveles de inmunidad adquirida por infección, los niveles globales de inmunidad contra el virus estarán en su punto más alto; por ello, dentro de las próximas semanas o meses, el mundo deberá estar registrando bajos índices de transmisión del virus.

No obstante, seguirán creándose nuevas variantes del SARS-CoV-2 y algunas pueden ser más graves que el Ómicron, además la inmunidad, ya sea derivada de la infección o la vacunación, disminuirá, creando oportunidades para la transmisión continua del virus.

Inclusive “dada la estacionalidad, los países deben esperar una mayor transmisión potencial en los meses de invierno”.

Pese a ello, los impactos futuros del virus en la salud serán menores gracias a la amplia exposición previa y a las vacunas adaptadas a nuevos antígenos o variantes.

“El COVID-19 se convertirá en otra enfermedad recurrente que los sistemas de salud y las sociedades deberán gestionar”, concluyó el estudio.

Con información de Lancet