En México se producen distintos destilados de maguey tales como el mezcal, tequila, raicillas, bacanora, entre muchos otros, que forman parte de la herencia cultural e histórica de nuestro país.
Sin embargo, en esta larga historia de creaciones de licores destaca el “vino de mezcal de Tequila”, cuyo origen se remonta al siglo XVI, pero ¿qué es este elixir?
Bueno pues esta bebida se trata nada más y nada menos que del tequila, sí, así como lo lees, antes de la simplificación publicitaria como lo conocemos hoy en día a nivel nacional e internacional, en la antigüedad recibió el nombre de “vino de mezcal de tequila”.
Inicialmente se utilizó el término ‘vino mezcal’ para referirse a la bebida que se realizaba hace más de 500 años a partir del agave en la región de los valles de Jalisco, en el oeste de México, donde se encuentra el pueblo de Tequila, cuna de la famosa bebida mexicana.
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El nombre que se le dio a esta bebida fue una combinación de dos civilizaciones, dos razas, dos culturas y dos continentes. Y es que la palabra vino fue traída por los españoles, mientras que mezcal, era utilizada por los nativos quienes decían ‘mexcalli’, una palabra náhuatl, compuesta por ‘metl’ (maguey), e ‘ixcalli’ (cocido).
De esta forma al ‘vino mezcal’ se le conocía a los mezcales producidos en el occidente de México, exactamente en Tequila, para hacer referencia a la bebida elaborada con el agave cocido, y distinguir este producto de las fábricas de vino de coco.
Anteriormente la elaboración de esta bebida se hacía mediante el cocimiento del agave y lo sometían a un proceso de cocción y fermentación de manera manual y luego lo dejaban reposar en ánforas de vidrio, lo que daba como resultado el vino mezcal de Tequila.
Con el tiempo y tras la llegada de los españoles se fueron transformando los procesos de industrialización y estandarización para hacer más eficientes la cosecha y el aprovechamiento del agave, lo que obligó a cambiar las formas de extracción, así como su fermentación.
Al comenzar a tomar gran relevancia en el plano nacional e internacional, en el término de exportaciones, el licor sería conocido simplemente como tequila, cuyo nombre fue puesto por el empresario Don Cenobio Sauza, fundador de Tequila Sauza, y de la destilería "La Perseverancia", en 1873.
No obstante, lo que llegaría a poner fin al nombre ‘vino mezcal de Tequila’ fue la declaratoria de denominación de origen del tequila, surgida en 1974, misma que estableció las diferencias entre esta bebida y el mezcal como sus técnicas y el agave en el que se extraen.