Pasó de cantar por unas monedas en la Garita de San Isidro... a morir en la fama asesinado por el crimen organizado: la trágica historia de 'Chuy' Montana, la estrella emergente de los corridos tumbados.
A sus 19 años, el joven músico fue apadrinado por Jesús Ortiz, líder de la banda Fuerza Regida, que, junto a Natanael Cano, Junior H y Peso Pluma, es una de las exponentes más populares del género. De 2023 al 2024, el todavía adolescente pasó, gracias a ese mecenazgo, de ser un artista callejero a tener más de un millón de seguidores en Spotify.
Sin embargo, la muerte le alcanzó de manera prematura a manos de sicarios, sumándose, en el camino, a otras legendarias personalidades del regional mexicano que han corrido una suerte similar: Chalino Sánchez, Valentin Elizalde 'el Gallo de Oro' y Sergio Gómez de K-Paz de la Sierra.
El asesinato de Montana, como en los anteriores casos, está rodeado de un halo de misterio: no hubo amenazas previas, ni narcomantas, sólo su cuerpo tirado en una carretera rumbo a Tijuana.
Rocío Galván, corresponsal de Grupo Fórmula en Baja California, narró que el joven 'Chuy' fue presa de peleas entre el crimen organizado en la entidad. Lo secuestraron, lo trasladaron en un carro y luego, tras intentar escapar, lo asesinaron. Su cuerpo lo aventaron, sin ningún rasgo de humanidad ni de empatía, a la carretera, a la intemperie. Cerró así un ciclo de la vida en las calles.
"Tenía su cuerpo inflamaciones muy duras en el estómago", refirió la periodista en entrevista con Azucena Uresti. Fue un enfrentamiento entre cárteles; estaba dedicando sus canciones a un determinado grupo".
"Lo llevaban en un carro secuestrado, intentó huir y lo mataron. No se sabía nada, si lo habían amenazada, sólo se supo hasta que apareció ejecutado en la carretera".
Corridos tumbados: eslabón de la guerra entre los 'Chapitos' y el 'Mencho'
Cómo no van a ser tan populares, si son tan intoxicantes, pegajosos y, sobre todo, tan rebeldes y tan iconoclastas: en sus letras son comunes las loas y referencias políticamente incorrectas a Joaquín Guzmán Loera y sus hijos. Los corridos tumbados tienen todos los ingredientes para tomar por asalto al mundo. Y ya lo lograron.
Fuerza Regida encabezará el festival Ceremonia de la Ciudad de México, junto a Kendrick Lamar y LCD Soundsytem. Mientras que Peso Pluma, recién ganador de un Grammy, será uno de los principales actos en el Coachella, el evento musical más importante del mundo, que en anteriores ediciones ha tenido la participación de artistas de 'otra liga' como Radiohead y Paul McCartney.
En menos de dos años, los corridos bélicos, como también se les dice, se han convertido en el género musical de la pospandemia y de la generación centennial.
Precisamente, ambos artistas, Peso Pluma y Fuerza Regida, cancelaron shows en Tijuana el año pasado, luego de que el Cártel Jalisco Nueva Generación los amenazó de muerte con narcomantas por cantarle alabanzas al cártel contrario, con los que pelea el paso fronterizo: los 'Chapitos' y el Cártel de Sinaloa. O la CH y la Pizza, como dice una canción de Natanael Cano con la referida banda liderada por Jesús Ortiz.
"Yo sigo insistiendo, este tipo de música genera mucha violencia", dijo la alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero, para defender que se haya cancelado en el municipio este género musical.
'Chuy' Montana no corrió con la misma suerte. No le avisaron, no lo amenazaron. Lo levantaron y lo mataron.
Incómodos, odiados, amados, censurados (véase Chile o Tijuana), los corridos tumbados son un eslabón más de la guerra entre cárteles que ha vuelto a este país en una tierra sin ley. Música para el nuevo viejo oeste.