Este 7 de marzo de 2025, el Teatro Isauro Martínez, uno de los más bellos de México, cumple 95 años de vida, con la cual a hecho brillar a Torreón, ciudad del Estado de Coahuila, donde se ubica este emblemático recinto.
Este teatro es considerado el segundo más bello del país, luego del Teatro Juárez de la ciudad de Guanajuato, su arquitectura es una mezcla de estilos neogótico, bizantino y morisco. Fue inaugurado en 1930 por el empresario de espectáculos Isauro Martínez.
Fue diseñado por el señor Abel Blas Cortinas, construido en el año de 1928 e inaugurado el 8 de marzo de 1930 con la obra ¿Quién te quiere a ti?, bajo la dirección de Manuel Tamés y protagonizada por este y la actriz Maruja Griffel.
El rescate del recinto
En 1975, el teatro se convirtió de pronto en un cine abandonado y a punto del derrumbe, sin embargo héroes estudiantes de la Universidad Autónoma de Coahuila, lo rescataron.
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Este edificio tan representativo y que da identidad a la Comarca Lagunera, llegó a permanecer en total abandono, pero fueron los tres estudiantes de la UA de C, que forjaron el cambio de mentalidad y admiración por su arte, historia y propuesta lo que hizo que el Teatro Isauro Martínez fuera salvado del derrumbe total.
Los estudiantes acudieron a la Ciudad de México en busca del entonces dueño del cine abandonado, Manuel Espinosa Yglesias, el presidente de la fundación Jenkins, propietaria del entonces Cine Martínez (Teatro Isauro Martínez).
Aunque decidido a derrumbar el recinto, esto no fue impedimento para que los jóvenes continuaran en su lucha por el rescate del teatro, en 1975.
Antecedentes del TIM
Antes de que se construyera el TIM, ya eran recurrentes la presencia de don Isauro Martínez y su huella en la Comarca Lagunera. Según el cronista Jesús González Sotomayor, Isauro Martínez fue parte de la compra y venta de diferentes terrenos en la entonces Villa de Torreón, cuyo negocio fue afectado por el movimiento revolucionario.
Pasando de comerciante y miembro de una sociedad mercantil, se fue involucrando con el mundo del espectáculo, siendo parte de la Compañía Cinematográfica Torreón S.A., fundando la Carpa Pathe y el Teatro Princesa, entre otros recintos, hasta culminar en el majestuoso Teatro Isauro Martínez.
El Teatro Isauro Martínez se inauguró en 1930, llevando el nombre de su fundador y ofreciendo un esplendoroso teatro lleno de referencias artísticas de arquitectura, escultura y pintura. Por un tiempo, el teatro fue escenario de espectáculos internacionales, nacionales y locales, además de que estaba acondicionado para albergar un foso de orquesta y funcionar como cine, también.
Lamentablemente, no pasó mucho tiempo para que el TIM poco a poco descendiera en apogeo y audiencia. Para 1945 ya era propiedad de la Fundación Jenkins, siendo ocupado como cine de poca concurrencia hasta llegar a la época de los setentas, momento más crítico de su total decadencia y abandono por parte de los laguneros.
En esos momentos, el país se encontraba en momentos de “cambios de chip”, de forma política y social. No hacía mucho que el atentado del 2 de octubre de 1968 había ocurrido, además del jueves de Corpus (“halconazo”) del 10 de junio de 1971; sin mencionar el activismo de diversos movimientos y ligas políticas. Por lo tanto, encontrar una nueva ruta alejada del pasado era “lo mejor” para el plan de desarrollo en México. Sale lo viejo y entra lo nuevo, y dentro de ello andaba el Teatro Martínez.
Aquí destaco dos posturas, la “moderna” y la “romántica”, y esta última es el que salvaría al Teatro Martínez en 1975, viniendo de mentes jóvenes.
Los héroes al rescate
Los estudiantes de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) Alejandro Máynez, Sigfrido Macías Pérez y José Santos Medrano fueron quienes gestionaron las reuniones y charlas necesarias con las autoridades correspondientes hasta llegar al presidente de la república, en ese entonces Luis Echeverría.
Para convencer a Manuel Espinosa Yglesias de donar el teatro y comenzar las actividades de restauración, siendo que en periódicos locales de la época la fundación Jenkins cubrió la mitad del valor del teatro, mientras que lo demás se dividió entre el Estado Federal y la ciudad de Torreón, Sigfrido Macías respondió a las declaraciones de Espinosa con lo siguiente:
“Torreón, no tiene muchos edificios bonitos y dentro de los inicios, como todo lo que inicia, ésa es nuestra historia (...) En cuanto al arte, a nosotros el teatro Martínez se nos hace muy artístico, se nos hace algo fuera de serie porque no hay otra obra de arte en un edificio más bonito que el que tenemos ahí y para nosotros Salvador Tarazona es un gran artista (...) es lo único que tenemos, no tenemos más, y ese es el valor del teatro Martínez”
“Ya me chingaron”, se dice que contestó él y fue cierto. Prácticamente le dijeron que como persona moderna no tenía ni una gota de cultura si no apreciaba el teatro como ellos. Claro, con el tiempo reflexionó y demostró lo contrario.
De esta manera, el majestuoso Teatro Isauro Martínez coexiste con la modernidad de Torreón y toda la Comarca Lagunera y, ahora, es considerado el segundo teatro más bello de México, sólo abajo del Teatro Juárez en Guanajuato y arriba del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México.
La arquitectura del Teatro Isauro Martínez, consiste en una mezcla de estilos neogótico, bizantino y morisco.
Isauro Martínez, al nombrar como constructor a Abel Blas Cortinas, le entregó varias fotografías del Missouri Theater de St.Joseph, Misuri, Estados Unidos para que lo tomara como base para esta nueva construcción.
La decoración fue realizada por el pintor español Salvador Tarazona, quien también pintó murales en el Palacio de Cortés, de Cuernavaca, Morelos; en el Palacio de Gobierno, en Saltillo, Coahuila y en el Salón de Cabildos de Chilpancingo, Guerrero. La pieza más elaborada es el plafón del techo de la sala.
Fue remodelado por el señor Alberto Ortega y reinaugurado el 12 de noviembre de 1983. La restauración de la decoración y pinturas estuvo a cargo del pintor lagunero José Méndez.