El PRI se siente como la tierra hace 65 millones de años: la extinción está cerca.
Esta vez no será un meteorito el que acabe con los dinosaurios, sino un conjunto de factores los que tienen al tricolor en la peor crisis de la historia.
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Entre esos factores está la corrupción del nuevo PRI, que acabó con varios gobernadores, como los dos Duartes, tras las rejas. Así como los escándalos del sexenio de Peña Nieto, así como el desgaste del partido que gobernó al país por más de 7 décadas.
La situación se agravó con el tsunami guinda que, desde 2018, no ha dejado de ganar elecciones y estados para la causa obradorista. Ahora, después de haber dominado la política nacional durante el Siglo XX y gran parte del XXI, el Revolucionario Institucional sólo gobierna dos entidades, las cuales posiblemente pierda en 2023.
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Y por si fuera poco, en medio de todas esas calamidades, el instituto político está fracturado. Tiene una cicatriz que no sana y que puede socavar (aún más) los esfuerzos de la oposición para derrotar al ferrocarril morenista que pisa fuerte de cara a las elecciones del 2024. Pese a ello, el actual dirigente, Alejandro 'Alito' Moreno se resiste a dejar la presidencia tricolor.
Morena celebra la permanencia del campechano: los escándalos y la mala gestión de 'Alito' son factores inesperados que los ayudan. Al interior del PRI, prevalece el descontento. Gran parte de la militancia pide la cabeza de su dirigente, mientras que el poderoso Miguel Ángel Osorio Chong llama a no creer en su palabra.
El desprestigio y las luchas intestinas carcomen al partido de la bandera mexicana... cuyos colores, por cierto, también están en riesgo. Pues Morena quiere prohibírselos.
Y mientras esto sucede, uno de sus aspirantes presidenciales, Enrique de la Madrid, promete cerrar el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Propuesta que demuestra lo perdida que está la oposición: el planteamiento podrá ser popular para las clases medias y los tuiteros, pero demuestra que no tienen proyecto de nación, solamente contradecir por contradecir todo lo que huela a Obrador.
El gobierno de AMLO tiene numerosos errores, pero la oposición, lejos de plantear alternativas, se reduce a una estrategia de reacción y no de proposición.