El entorno futbolístico alrededor de la Selección Mexicana parece enrarecido; no se tomó con gran algarabía ni festejo el pase al Mundial de Catar 2022, no como en otras ocasiones que se festejó en grande el anhelado pase; como un reflejo significativo de la ruptura que hay entre las formas en las que se maneja el futbol en nuestro país y la afición, a la que ya no le es suficiente la calificación a Copa del Mundo, y menos, en el segundo lugar de una de las confederaciones más sencillas para lograr ese objetivo; además de que muchos rivales de CONCACAF no pasan por su mejor momento, hay casi cuatro boletos para una zona que rara vez ha aportado un equipo para quinto partido de la justa mundialista, ya no se diga una semifinal o final del certamen. La afición mexicana lo único que espera festejar es seguir avanzando en las instancias del Mundial, los octavos de final son insuficientes, se ha llegado cada vez desde 1994 y no se ha podido trascender; desafortunadamente, el sentimiento que rodea a esta versión del equipo tricolor, es el mismo después de conocer el destino del equipo en el sorteo de grupos que se llevó a cabo el viernes pasado. Un viejo conocido en mundiales, siempre verdugo, es el principal escollo que tendrá el equipo mexicano en la fase de grupos; Argentina, que llega a esta edición de Mundial en Catar con una sed pocas veces vista de llevarse el título del mundo.
El equipo argentino se quitó toda la presión que había sobre sus hombros por tener al mejor jugador de futbol del mundo, tanto tiempo y sin conseguir nada, cuando lograron el título de la Copa América; después, ya en eliminatorias, la albiceleste consiguió una consecuencia de triunfos que pareció interminable. Messi ya no está en el mejor momento de su carrera, pero eso vuelve muy peligroso a todo el equipo argentino que debe mantener una calidad adecuada al nivel del astro del PSG; si el 10 va de salida, hay más de uno, en su equipo nacional, que pretende hacerle los honores debidos honores a quien por casi veinte años ha puesto en un lugar muy alto el nombre del futbol argentino y pretenden hacerlo en este Mundial. El Grupo C en el que México cayó en el sorteo del viernes, no es un grupo sencillo, además de enfrentar a Argentina, la Selección Nacional tendrá que frenar al mejor centro delantero del futbol internacional; Lewandowski es un definidor peligroso y, aunque la defensa del Tri no recibió gol en sus últimos encuentros de eliminatoria, nunca tuvo a un jugador de la talla del polaco en el área generando peligro. Arabia Saudita podrá ser el rival con características similares al equipo mexicano, la calidad nacional se tendrá que imponer al ímpetu saudí.
México se crece con rivales grandes, es la frase con la que siempre se busca calmar el temple después de conocer los enfrentamientos contra potencias, y hay algo de verdad; ya se ganó a Francia y a Alemania en fase de grupos, pero el equipo francés al que se le ganó venía con severos problemas en el vestidor que hicieron que la competencia mundialista pasara a segundo plano; en el mundial pasado en Rusia se ganó el primer partido frente a Alemania pero el desgaste fue tal que los siguiente partidos costaron mucho esfuerzo, contra Corea se remontó y contra Suecia no alcanzó la estamina para responder a la goliza. Se confió entonces que se podría pasar como primero de grupo, esperando una victoria sobre el equipo sueco, pero el exceso de confianza se puede convertir en lo opuesto completamente en un abrir y cerrar de ojos; Suecia se apropió del primer puesto y a México le toco eliminarse con Brasil, ahí el equipo mexicano no se hizo grande como el rival lo pedía.
Es otro caso curioso del futbol mexicano, al final de la eliminatoria y entre el período del sorteo mundialista las aguas alrededor de la Selección Nacional se volvieron turbias y turbulentas, en lugar de llegar a la calma por tener el boleto de clasificación a Copa del Mundo; de la nada salieron candidatos a suplir al actual técnico del equipo mexicano, extrapolando un tema de salud y dejando entre ver que las formas en las que se obtuvo el pase a Catar no gustaron del todo a la administración del balompié nacional; en lugar de celebrar que, por ejemplo, es el octavo Mundial ininterrumpido al que el representativo tricolor califica. El papel que hará, lo veremos hasta que suceda, no hay que adelantarse a nada.