Esta semana fue captado un presunto meteorito que causó un estruendo en el oriente del Valle de México, lo que nos hace recordar el cráter Chicxulub real en Yucatán. Te contamos.
Lo que aconteció la madrugada del pasado miércoles, de acuerdo con los expertos, no fue un meteorito, ya que el estruendo que sorprendió a la capital fue provocado por un bólido: una roca espacial menor a un metro que explotó al entrar a la atmósfera, solo fue un espectáculo fugaz, explicó el astrónomo Pablo Lonnie en el noticiero de Azucena Uresti en Radio Fórmula.
Y esta situación nos recuerda el impacto de un fragmento de roca en Chicxulub que, de acuerdo con la investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM, Ligia Pérez Cruz, el meteorito liberó la energía equivalente a “varios millones de bombas atómicas”, lo que provocó vibraciones sonoras que fragmentaron pequeñísimas partículas de roca.
“En Chicxulub hubo una onda de choque con una mayor frecuencia, que provocó la fluidización”, explicó Pérez Cruz.
Cráter Chicxulub es real: causó la extinción de los dinosaurios
De acuerdo con información de la Secretaría de Energía, hace 65 millones de años el meteorito de más de 10 kilómetros de diámetro impactó la Tierra, provocando la extinción de más del 75 por ciento de las especies.
Y los estudios indican que el meteorito impactó a una velocidad de 72,000 km por hora y que la energía del movimiento del meteorito al llegar a la Tierra liberó temperaturas de hasta 18,000°C.
“El impacto no sólo generó un agujero de enormes dimensiones, sino que también levantó una enorme cantidad de sedimentos, productos de la destrucción de las rocas del sitio y del meteorito, los cuales cubrieron después toda la zona del impacto formando una enorme bola de fuego que lanzó partículas al espacio y a los alrededores del área en mención”, refieren.
Así fue como los geofísicos Antonio Camargo y Glen Penfiel, ingenieros de Petróleos Mexicanos, detectaron una anomalía gravimétrica que interpretaron como la estructura de un cráter generado por el impacto de un meteorito.
El cráter Chicxulub real tiene una dimensión de más de 2.5 km de profundidad y un diámetro superior a los 200 km, por lo que es considerado “el más grande y mejor preservado en todo el planeta”.
Su centro se localiza unos kilómetros al este de Puerto Progreso, abarcando desde la costa de Dzilám de Bravo a Celestún, cerca del poblado de Chicxulub en Yucatán.