A las afueras de la casa de transición, el diputado Gerardo Fernández Noroña adelantó que la reforma electoral será la última en discutirse durante la siguiente legislatura, debido a que existen diferentes "puntos de vista" entre los integrantes de la Cuarta Transformación; asimismo, declaró que el reforma judicial será aprobada en septiembre.
Fernández Noroña, quien será senador en la próxima legislatura, aseguró que la reforma electoral "va a tardar más", a causa de que se planea una discusión más amplia dentro del movimiento. "Las (reformas) que no alcancen a salir en diciembre, en el segundo periodo de febrero a abril, ahí se podrán resolver", dijo.
La (reforma) electoral, si a mí me lo preguntan, creo que irá a la cola justo porque si requiere una gran discusión con la propia oposición, la oposición tiene que repensarse", adelantó Noroña.
El futuro senador afirmó que la reforma electoral será discutida con los partidos de la oposición y no habrá "cerrazón", ya que se busca incorporar aspectos que puedan resultar benéficos para el pueblo de México. Contrario a esto, dijo que no hay reformas que requieren mayor discusión, como los programas sociales propuestos por la virtual presidenta electa.
¿En qué consiste la reforma electoral?
La iniciativa de reforma electoral promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) propone crear el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC). Otro de los cambios es que los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs) sean absorbidos por el instituto, que pasará a organizar todos los comicios, desde municipales hasta federales.
Para integrar a los consejeros del INEC y los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la reforma electoral propone que haya candidatos designados por el Poder Judicial y éstos sean votados, tal como se propone con los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en la reforma judicial.
El INEC no sólo estaría facultado para organizar las elecciones, sino también las consultas populares y el ejercicio de revocación de mandato; asimismo se propone que estos ejercicios sólo deben contar con la participación del 30 por ciento del padrón electoral para ser vinculantes. Aunado a esto, en los comicios se echaría mano del voto electrónico.
Dentro de la reforma electoral también se propone reducir el número de diputados, ya que desaparecerían los 200 de representación proporcional (plurinominales), para que sólo queden en 300. Lo mismo ocurriría en la Cámara de Senadores, donde sólo habría 64 representantes.
La reforma electoral, que será la última en discutirse, también propone reducir los gastos de campaña y de los partidos políticos. AMLO ya propuso esta reforma de manera previa, la cual fue conocida como el Plan B, pero no reunió la mayoría calificada en las cámaras.