Los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, conocidos hoy en día como “Los Chapitos”, fueron abiertamente señalados por Estados Unidos como responsables de producir y traficar fentanilo, una droga que llega hasta el país vecino a través de un grueso entramado de cabecillas que van desde proveedores de precursores en China, hasta quienes trafican la droga y lavan el dinero.
La red de tráfico de fentanilo es operada por decenas de personas. Sin embargo, las autoridades estadounidenses han identificado a los líderes que movilizan cinco principales engranajes de la estructura: la proveeduría de precursores, los laboratorios clandestinos, la seguridad y el tráfico de armas, el tráfico de fentanilo y el lavado de dinero.
A la cabeza de la organización se encuentran los tres hijos del “Chapo Guzmán”, Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López, quienes reciben precursores de China enviados por Kun Jiang, director de la empresa Suzhou Xiaoli Pharmatech Co. acusado por conspiración para importar y traficar fentanilo con el Cártel de Sinaloa.
A su nombre se suman el de otro propietario empresarial llamado Huatao Yao, quien dirige la empresa Wuhan Shuokang Biological Technolgy y también es acusado por el tráfico de fentanilo.
“Yao preguntó a un comprador de productos químicos si ciertos precursores de fentanilo que se enviaban a la ciudad de Nueva York eventualmente se enviarían a México. Cuando el comprador confirmó, Yao señaló que normalmente enviaba estos químicos a México a través de Alemania”, señala la acusación oficial.
También han sido identificados como cabecillas de este segmento a Ana Gabriela Tubio Zea, detenida en junio de 2023, Yonghao Wu, Yaquin Wu, ésta última, tras darse a conocer comunicaciones personales donde hablaba de la seguridad de los canales de precursores que operaba.
El camino del fentanilo a EU
Una vez entregados los precursores, estos pasan a manos de los responsables de laboratorios clandestinos. La DEA identificó que Silvano Francisco Mariano y a Carlos Omar Félix Gutiérrez, quienes ya se encuentran detenidos, eran operadores de este engranaje. Sin embargo aún quedan en libertad dos operadores de las fabricas: Carlos Límón Vázquez, por quien ofrecen una recompensa de 1 millón de dólares, y Jesús Tirado Andrade, ambos recibirían los precursores para desarrollar el opioide en "cocinas clandestinas" de México.
En un tercer brazo de ésta estructura se identificó a “El Panu”, Óscar Noé Medina González, quien es identificado como uno de los jefes de seguridad de “Los Chapitos” para el tráfico de fentanilo y de los más cercanos a Iván Archivaldo Salazar. Junto con él, Estados Unidos acusó de este mismo delito a Nestor Isidro Pérez Salas, Jorge Humberto Figueroa Benítez y Juan Pablo Lozano, un ciudadano estadounidense apodado “Camarón” que fue señalado por la DEA como un importante proveedor de armas al Cártel de Sinaloa.
Una vez hecho el producto, el cártel contaría con al menos cinco cabecillas para traficarlo: Liborio Nuñez Aguirre, Noel Pérez López, Samuel León Alvarado, Luis Javier Benítez Espinosa y Alan Gabriel Núñez Herrera, todos ellos acusados de dirigir las operaciones con las que se trafican miles de kilogramos de fentanilo y otras drogas a territorio estadounidense.
Finalmente, el dinero producto de la venta de fentanilo se lava bajo la dirección de tres hombres Juan Martín González y Sergio Duarte Frío, quienes ya se encuentran bajo custodia y Mario Alberto Jiménez Castro “El Kastor”, quien, de acuerdo con Estados Unidos “junto a un cómplice operan una organización de lavado de dinero con sede en EU que utiliza criptomonedas para lavar dinero del narcotráfico a México”.
¿Cómo se trafica fentanilo a Estados Unidos?
Aunque otras organizaciones como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) movilizan esta droga en México y el extranjero, el gobierno de Estados Unidos da seguimiento puntual a la ruta que utilizan "Los Chapitos" para traficar drogas.
De acuerdo con un documento de la Agencia de Control de Drogas de Estados Unidos, las cabecillas de esta facción del Cártel de Sinaloa reciben precursores de China por el océano Pacífico con los que se fabrican polvo y pastillas en laboratorios clandestinos en México. Una vez terminado el producto comienza “el contrabando de fentanilo en los Estados Unidos por tierra, mar, aire, bajo tierra, para distribuirlo en todo el país”.
En 2021, Estados Unidos alzó las alertas porque las muertes provocadas por sobredosis de este opioide rebasaron los 100 mil casos entre la población de ese país, un escenario que llevó a su gobierno y el de China a establecer una colaboración bilateral para frenar la fabricación y el tráfico de drogas ilícitas.
Así lo comunicó Joe Biden, presidente de Estados Unidos, el pasado 15 de noviembre tras reunirse con el presidente chino Xin Jinping, quien además sostendrá una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador en la que se pretende abordar el tráfico de fentanilo, informó la canciller Alicia Bárcenas.