El Partido Revolucionario Institucional (PRI) está a punto de desaparecer, cosa que debió haber ocurrido en el año 2000 ante el fracaso en la elección con todo y Pemexgate, pero Vicente Fox trabajó para rescatarlo, consideró el columnista Epigmenio Ibarra.
En su participación semanal en "Por la Mañana" con Ciro Gómez Leyva, explicó que la llegada del primer panista a la Presidencia de México se dio en el marco de esta promesa de echar al PRI "a patadas" de Los Pinos, para luego protegerlo.
"El PRI es un partido que le ha hecho un enorme daño a este país, que tiene muchos crímenes sobre la espalda. Es un partido que en estricto sentido debió haber desaparecido en el año 2000, porque fue agarrado con las manos en la masa, infraganti con el Pemexgate", sostuvo.
"Y en lugar de proceder democrática y justicieramente, Vicente Fox se echó para atrás, él que había prometido sacar a patadas al PRI de Los Pinos, le abrió la puerta trasera y le entregó la hacienda pública y la seguridad nacional nada más", comentó Epigmenio Ibarra.
El Pemexgate fue una revelación de uso de recursos de la empresa estatal para apoyar la candidatura del PRI a la Presidencia en el 2000, en ese momento en poder de Francisco Labastida, quien quedó en segundo lugar en la elección, detrás del panista Vicente Fox.
Por ello, anticipó que si bien en aquella ocasión no se le dejó morir, el final del PRI está próximo ante su incapacidad de ganar elecciones y su dependencia de partidos aliados, que a su juicio, están unidos por el odio al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
"Entonces le dio vida a un partido que estaba liquidado. Lo mismo sucedió ahora con la alianza PAN-PRI-PRD, que es un 'Frankenstein', que puede caminar, y puede sobrevivir un tiempo. Es una alianza de impresentables, no tienen dirigentes que convenzan, no tienen fuerza programática, lo único que tienen es un odio que los une, una rabia que lo ciega y una incapacidad analítica y de autocrítica profunda", destacó Epigmenio Ibarra.
En relación con la oposición, destacó que su postura es de desear mal al gobierno por un odio que tienen contra el presidente, por lo que desean que le vaya mal al país para que tengan oportunidades de ganar elecciones, como las de 2023 en el Estado de México y Coahuila.
"(Hay) tanta gente que quiere que le vaya mal a México, de opositores sobre todo, cuyo odio patológico por López Obrador les hace desear que la economía se desplome, que el aeropuerto falle, que no funcionen las campañas de vacunación, (...) ¿Por qué? Porque a final de cuentas, ya la única herramienta que le queda a esta posición desgajada, desperfilada, es que la tragedia y la catástrofe hagan lo que ellos no han logrado hacer: quitarle base social a López Obrador", señaló.
En los últimos seis años, el PRI pasó de tener 21 gubernaturas a sólo tres, luego de las elecciones de 2022; de esas gubernaturas, dos estarán en juego en 2023: Estado de México y Coahuila. Por ello, Epigmenio Ibarra anticipó su desaparición.