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VIOLENCIA DE GÉNERO

El horror sin castigo: ataques con ácido a mujeres son 'olvidados' por la ley

Actualmente, los ataques con ácido hacia las mujeres no son tipificados como tentativa de feminicidio.

Los ataques con ácido a mujeres no están tipificados como delito en México.Créditos: Radio Fórmula/Daniela Mena
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Los ataques con ácido a mujeres no son un problema reciente, simplemente se han vuelto visibles por las diversas denuncias públicas que se generan a través de las redes sociales. Sin embargo, el delito no está debidamente tipificado y, por ello, el nivel de impunidad en estos casos es elevado.

Radio Fórmula digital habló con la abogada Karla Alemán -quien actualmente es Enlace Parlamentario en la Cámara de Diputados, adscrita al Grupo Parlamentario de Morena- y nos explicó que en México estos ataques con ácido son considerados, dentro de la ley, como una “lesión con agravantes”.

“Si una mujer fue atacada con ácido, lo que podría pasar ante la ley es que se catalogaría como lesión con agravantes, por uso de sustancias químicas contra el cuerpo”, refirió la abogada.

No obstante, recordó que en 2019 se emitió una iniciativa de ley al Congreso para que estas agresiones sean consideradas como un delito con una pena mayor. En 2021, Morena propuso la iniciativa y en 2022 se espera que salga la dictaminación para que “se contemple como tentativa de feminicidio porque es un ataque contra la vida”.

La diferencia sería radical: el delito de lesiones, dependiendo de su modalidad, contempla penas que no rebasan los 10 años de prisión, lo que podría duplicarse si hay agravantes, según el Código Penal Federal. Sin embargo, recientemente los diputados aprobaron sanciones de hasta 40 años por el delito de feminicidio en grado de tentativa, además de que se prevé la prisión preventiva oficiosa en estos casos.

Impunidad impera en casos de ataques con ácido a mujeres 

Pocas mujeres denuncian ante dependencias judiciales la violencia machista que sufren, pues el nivel de impunidad en México es grande. La abogada Karla Alemán refirió que el 70 por ciento de estos casos quedan impunes porque no reciben una sentencia, “debido a las autoridades corruptibles” y “porque muchas de ellas no están capacitadas en temas de género”.

Sin embargo, aseveró que lo mejor es denunciar, "aunque se lleven horas", porque así se genera una estadística de cuántas mujeres son víctimas de violencia de género y, con ello, “podemos establecer indicadores para crear modificaciones, aunque las autoridades estén negadas a visibilizarlas”, ya que -aseveró- muchos diputados federales minimizan estos casos en las sesiones parlamentarias.

Al respecto, Ximena Canseco, cofundadora y vicepresidenta de la Fundación Carmén Sánchez- asociación dedicada a acompañar a víctimas de ataques con ácido en México- aseguró que de los 33 casos que lleva la organización, sólo en dos los agresores han sido sentenciados.

En entrevista con Radio Fórmula digital, Canseco detalló que, por ejemplo, el caso de Martha -en Naucalpan, Estado de México (2017)- la sentencia ha sido ineficiente porque de 24 años la redujeron a 7, pues el agresor se declaró culpable.

Mientras que en el caso de Elisa, de Xochimilco (2021), se manejan dos carpetas de investigación. Una por violencia familiar y una por intento de homicidio "porque no existía figura jurídica de feminicidio"

“Lo sentenciaron por violencia familiar, falta la segunda carpeta. Pero la violencia familiar se da después del ataque con ácido, por lo que se podría decir que el ataque de ácido está impune”, explicó.

Crédito: Facebook Fundación Carmen Sánchez

En lo que respecta a los detenidos, la vicepresidenta de la fundación habló del caso de Esmeralda, en el que hay un detenido y cuatro implicados, además, hay tres hombres en libertad. “No se le ha dado sentencia, en 13 veces seguidas se ha diferido la audiencia intermedia contra Fidel”.

De acuerdo con Ximena Canseco, el agresor de Carmen Sánchez, la fundadora de la asociación, fue arrestado después de 7 años de impunidad. Durante ese tiempo, Efrén estuvo libre, no prófugo, “porque las autoridades nunca lo buscaron”.

"En 2020 renovó la licencia de manejo como taxista en Monterrey, hasta la fecha vamos en etapa intermedia, empieza el juicio oral, pero se han diferido en dos veces consecutivas", detalló.

Por último, está el caso de Jazmín, de Iztapalapa en 2021, en el cual también hay dos carpetas de investigación, incluida una de 2020 por violencia familiar. Sin embargo, el agresor "está libre y va a las audiencias, va en etapa intermedia de proceso. Pero probablemente no amerite cárcel”.

Ataques con ácido: 'Vivimos en un país donde se normaliza la violencia'

Recientemente, el caso de una mujer en Puebla causó revuelo en redes sociales, pues, a las afueras del SAT, en Angelópolis, fue rociada con ácido sulfúrico por dos sujetos que iban en una moto.

Priscila Trejo, quien denunció los hechos a través de Twitter, habló con Radio Fórmula digital y detalló que actualmente Fany - víctima del ataque con ácido- se encuentra mejor, pero no ha denunciado ante las dependencias judiciales.

Priscila, quien también es activista feminista, contó a este medio que cuando Fany fue violentada, al principio pensó que eran orines, no obstante, al sentir que el líquido le empezó a quemar la piel, notó que se trataba de un ácido. Además, por su profesión como química, logró percatarse de que el olor y la textura era aceitosa, claras características de la sustancia.

“Lo primero que hizo fue ir al baño del SAT a enjuagarse unos minutos a chorro de agua y, posteriormente, le habló a una de sus amigas que también es química y decidieron que fuera el bicarbonato, que es una base para neutralizar la parte del ácido”, explicó Priscila.

El gobierno poblano ha puesto en duda la versión de Fany, debido a que no asistió al Ministerio Público. Al respecto, Priscila comentó que el principal reto de la sociedad y los medios de comunicación es dejar de poner en medio a la víctima y  juzgar el porqué no se denuncia. En vez de ello, recomendó, “se debe empezar a trabajar la contención psicológica, emocional y física de lo que está ocurriendo”.

"La denuncia penal es un derecho de la víctima no una obligación. Hay que entender el impacto emocional en estos procesos de la denuncia porque implican desgaste físico, emocional y económico que casi siempre recae en la víctima y parte del apoyo”, aseveró la activista.

Por otro lado, resaltó que un factor que orilla a las víctimas a no presentar sus denuncias es que, en algunos casos, no son conscientes de las agresiones recibidas.

"Cuando tuve el primer acercamiento con Fany, que es muy mi amiga, se acercó a mí por eso, no porque fuera feminista o tuviera alguna voz en espacios digitales, nos dimos cuenta, yo me di cuenta, que muchas víctimas no reconocen que la violencia está ahí y que le hicieron eso por el hecho de ser mujer”, dijo.

Priscila dio a conocer el caso de Fany porque considera que con la denuncia pública se invita a las chicas de todo el país a que se cuiden y, además, se visibilizan los diferentes tipos de violencia en contra de las mujeres. “Vivimos en un país donde muchas de las personas normalizamos las violencias y nos cuesta trabajo reconocerlas”.

“También, es necesario reconocer que la violencia ácida es un claro ejemplo de violencia estructural, en que las mujeres en distintos contextos esta agresión tiene una alta carga simbólica que es marcar de por vida a la mujer por el simple hecho de ser mujer y destrozar parte superficial de su poder y su sexualidad; estos ataques con ácido son perpetuados y están ahí y reconocer que existe es importante”, concluyó.