Durante la reunión para la Consulta Pública de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tramo 5 Sur del Tren Maya en el ejido Jacinto Pat, uno de los buzos que promovió el amparo que derivó en la suspensión de las obras cuestionó a las autoridades los motivos por los que se decidió cambiar el trazo.
En un video de la reunión celebrada el martes, se escucha que de acuerdo con Efrén Olivares, gerente de obras de Fonatur Tren Maya, la determinación de cambiar la ruta desde la carretera hacia el interior de la selva se basó en un criterio meramente económico para evitar perjudicar a los hoteleros y el turismo en la zona de Cancún y la Riviera Maya.
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Al ser cuestionado por el buzo José Urbina sobre estas razones, detalló que se "buscaron mejores condiciones para la obra", y enlistó los beneficios que podrían encontrarse.
"Podemos buscar mejores condiciones para la ejecución del proyecto sin generar una afectación principalmente a la actividad económica que se desarrolla en la zona, la actividad preponderante de la Península. Se hicieron estudios, la solución que se contempló de origen era mediante la construcción de un viaducto para lograr una mejor inteconectividad del trazo", comentó en un inicio.
Sin embargo, el funcionario de Fonatur abundó que al realizar estudios y la caracterización del suelo, se encontró que para realizar tal obra se tendría que montar estructuras de gran tamaño y profundidad que podrían generar por su complejidad muchos frentes de trabajo tanto para los estudios como para la obra, lo que además impactaría a la movilidad entre localidades.
"Entonces cuando me refiero a buscar mejores condiciones para el desarrollo de los trabajos, es para buscar una estructura que en lo posible no tenga que sustentarse mediante pilotes salvo para casos muy específicos. De la longitud total que tenemos estudiada en el nuevo trazo, se prevé que máximo podamos tener entre 3 y 4 km de zonas de losas piloteadas que van a salvar los claros de las cavernas y que para eso es donde estarán moviendo el trazo", argumentó.
Detalló que en esas zonas, consideradas de riesgo kárstico, se empleará una técnica de construcción en que se usarán losas con pilotes. En las demás, que representan la mayor parte de la obra, se realizará una estructura de terraplén con materiales compactables que se fijarán con mallas.
En respuesta, Urbina reviró que si bien la decisión se tomó por esas condiciones, las de buscar no realizar pilotaje, no entendía por qué entonces ejecutarla en la selva, donde según análisis que han realizado él y otros ambientalistas, se ha encontrado prácticamente el triple de estas formaciones cavernosas, que la autoridad llaman "incidentes kársticos".
"Todas esas técnicas serían aplicables en la carretera también. En la carretera sabemos que hay al menos 81, 83 incidentes kársticos como los llaman ustedes, ya están localizados, lo sabemos porque hemos tenido que solucionar colapsos de la carretera. ¿Por qué meterse en un área donde va a haber fácilmente el triple de estos incidentes? La cantidad de cavidades que hay en esa zona es tremendamente mayor", alegó Urbina.
"Si me vas a decir que lo movieron buscando mejores oportunidades, entonces hay que reconocer que la única razón por la que se cambió el Tren Maya fue por una razón económica, por no afectar con el tráfico 2 años la carretera que podría aprovechar toda la comunidad, en lugar de tener un tren que destrozó la selva. Todas estas técnicas utilícenlas en la carretera, modernícenla y tengamos un desarrollo verdaderamente del sureste, no a expandir la mancha urbana y seguir regados. Vamos a proteger nuestro medio ambiente", urgió.
A principios de año, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) informó que se buscaría mover el trazo del Tramo 5 del Tren Maya para no afectar a los hoteleros, con quienes tuvieron diferencias para comprarles los terrenos frente a sus inmuebles. Además, resaltaron que mover el tramo a la selva reduciría los costos finales de la obra.
En entrevista con Grupo Fórmula, Toni Chaves, presidente de la Asociación de Hoteles de Riviera Maya, explicó que los hoteleros pidieron mover el trazo para evitar afectaciones económicas pero también porque no podían ceder parte de los terrenos frente a los hoteles por estar muchos de ellos sometidos a contratos hipotecarios o bien, por ser parte de instalaciones complementarias a los complejos, como plantas de tratamiento de agua, instalaciones para empleados o reservas territoriales para densidad de construcción.
Un juez federal ordenó la suspensión definitiva de las obras del Tramo 5 Sur del Tren Maya a finales de mayo, ante la falta de MIA aprobada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Aunque las autoridades violaron la ley ambiental al iniciar la obra sin contar con este requisito, el Gobierno de la 4T confía en retomar la construcción una vez que se autorice la MIA, prevista para el 23 de junio a más tardar.
Fonatur, responsable del Tren Maya, ha alegado que no ha violado la ley bajo el amparo del llamado "decretazo" de AMLO a finales de 2021, por el que se ordenó que todas las obras de infraestructura de su gobierno contaran con permisos temporales mientras cumplían con los requisitos legales como licencias y estudios ambientales.