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SEGURIDAD

Desplazados en Zacatecas: Cárteles se "disfrazan" de ingenieros para entrar a comunidades

Integrantes del Cártel de Sinaloa fingieron ser ingenieros que iban a arreglar caminos en Sarabia, comunidad en el municipio de Jerez. Así engañaron a los habitantes y después la violencia los orilló a abandonar sus hogares.

Los desplazados supieron que los grupos armados que entraron a sus comunidades eran del CJNG y del Cártel de Sinaloa por las pintas.Créditos: Aseneth Hernández.
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Algunos integrantes del Cártel de Sinaloa se hicieron pasar por ingenieros que iban a arreglar caminos para engañar a los habitantes de varias comunidades de Jerez, en Zacatecas. Seis meses después dejaron más de 2 mil desplazados a causa de la violencia que se generó por las disputas territoriales con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Palmas Altas, Sarabia, Cieneguitas, Guadalupe Victoria y Juana González fueron las comunidades a las que entraron con ese pretexto durante los primeros días de julio de 2020, según lo que recuerdan algunos de los habitantes desplazados.

El primer día que los vieron en Palmas Altas viajaban a bordo de una camioneta blanca. Los pobladores notaron de inmediato que el vehículo no era de ninguna de las comunidades aledañas.

Cuando llegaron fueron con uno de los mecánicos de las comunidades para que les parchara una llanta, contó a Grupo Fórmula uno de los habitantes, quien prefirió omitir su identidad; él les preguntó que si estaban de visita y los hombres le respondieron que iban a arreglar los caminos de Sarabia.

La mayoría de los caminos y las calles de dichas comunidades son de terracería, no están pavimentadas. Están llenas de piedras, desniveles y algunas, como Cieneguitas, se ubican en los cerros.

Por lo que es común que a las llantas se les entierren piedras. Por esa razón, la mayoría de los habitantes de esas localidades tienen camionetas para transportarse, pues un automóvil se podría quedar atascado en su intento de entrar a las comunidades.

Todos los caminos y calles de Sarabia son de terracería. Por lo que los desplazados sí creyeron que los iban a pavimentar. Crédito: Aseneth Hernández.

La mayoría de esas localidades ni siquiera cuentan con transporte público, según reporta el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). Ese es otro de los motivos por el que los habitantes que fueron desplazados confiaron en que estos ingenieros iban a arreglar los caminos. 

Además, las camionetas en las que llegaron parecían de construcción, aseguró Francisco, una de las víctimas cuyo nombre es ficticio para no ponerlo en riesgo.

Incluso les pidieron una casa prestada para guardar maquinaria; pero los inmuebles no tienen capacidad para albergar equipo pesado porque están construidos como residencias particulares y algunos tenían corrales de animales.

Desplazados nunca pensaron que los criminales se iban a enfrentar por su territorio

Los “ingenieros” continuaron llevando llantas con el mecánico. Los primeros 3 días eran de camionetas de trabajo, similares a las que los desplazados utilizan para ir a sus ranchos; sin embargo, a partir del cuarto día, comenzaron a llegar en vehículos de lujo, tipo Hummer.

“Después empezaron a verse esas mismas camionetas que aparentaban ser de construcción, pero ya con gente armada. ‘¡Ah, caray!’, dijimos, ¿qué pasó aquí?”, relató Francisco a Grupo Fórmula.

Así fue como se dieron cuenta que no se trataba de gente “buena”. La víctima relató que pronto llegaron “más trocas” con hombres armados.

“Sólo pasaron tres semanas para que se instalaran. En septiembre ya estaban de forma permanente en nuestro territorio y tenían sus bases”, afirmó.

En ese momento los desplazados desconocían cuáles eran los grupos criminales a los que pertenecían. Tras su llegada, el trabajo para los mecánicos de las comunidades incrementó porque todos los días les llevaban llantas para que se las parcharan. 

En octubre y noviembre de ese año fue cuando les llevaron más; pues parchaban hasta 5 llantas diarias. Lo que se les hizo raro porque, aunque era común que se poncharan, no ocurría con tanta frecuencia.

Con pintas revelaron que se trataba del CJNG y del Cártel de Sinaloa

Durante los primeros seis meses de su presencia, los integrantes del crimen organizado no les hicieron nada a los habitantes, ni les dieron ningún problema. Fue hasta el miércoles de ceniza del año siguiente, 17 de febrero, de 2021 que se llevaron a un grupo de seis personas y empezaron a sembrar el miedo entre los ahora desplazados.

“No se miraban ofensivos, ni creímos que fueran a perjudicarlo a uno. Así anduvieron alrededor de unos seis meses, hasta que en enero del 2021 empezaron a andar rondines más fuertes”, comentó.

Francisco narró que sí escuchaban balaceras a lo lejos, en los cerros que están cerca de las comunidades. No obstante, los desplazados atribuían las detonaciones a la caza de conejos; no se imaginaban que se trataba de enfrentamientos entre cárteles.

“¿Cuándo imaginó uno que iban a andarse enfrentando pa’ matarse, no? Así que nos llevamos una sorpresa muy grande de que si se encontraban unos y otros, pero pa’ matarse y uno en medio”.

Los desplazados supieron que los sujetos armados pertenecían al CJNG, a quienes también conocen por las 4 letras, y al Cártel de Sinaloa porque empezaron a pintar las paredes de sus casas con sus iniciales para “marcar territorio”.

Las disputas por el territorio entre los grupos armados también se hicieron visibles en las pintas, pues tachaban las del cártel contrario. Crédito: Aseneth Hernández.

En algunas propiedades también pintaron las iniciales del Grupo Las Flechas MZ, liderado por Ismael “El Mayo” Zambada García, y el principal aliado del Cártel de Sinaloa en Zacatecas para enfrentar a su "enemigo" en común: el CJNG.

El grupo criminal Las Flechas MZ se creó en Zacatecas y es uno de los responsables del terror que vivieron los desplazados. Crédito: Aseneth Hernández.

A Francisco le pintaron su pared con las cuatro letras. Él estaba trabajando y uno de sus vecinos le habló por teléfono para decirle que un grupo de hombres armados había pintado varias casas, la suya fue una de ellas.

Tres días después integrantes del Cártel de Sinaloa acudieron a su domicilio para preguntar quién había pintado las letras, pero Francisco no estaba. Así que su papá los recibió.

El hombre pensó que eran militares porque estaban armados; vestían camisolas y pantalones de uniforme táctico tipo militar, como los soldados. La única diferencia entre la vestimenta de los elementos del Ejército Nacional y los integrantes de ambos cárteles es que los segundos usaban tenis en lugar de botas.

Al día siguiente regresaron y sí encontraron a Francisco, le preguntaron por las pintas y él les contó que estaba trabajando cuando rayaron su pared.

"Como tres días se desaparecieron, pero cuando regresaron y me preguntaron eso me dijeron que ya iban a andar dándose sus vueltas más seguido", reveló.

En Palmas Altas pintaron la casa en la que está la base militar

A la comunidad de Palmas Altas, los criminales ingresaron por la entrada principal, donde actualmente se encuentra la base militar que el gobierno federal colocó, con apoyo del estatal y municipal, para expulsar a los criminales de la comunidad el pasado 17 de marzo.

Los desplazados lograron esto gracias a una manifestación que realizaron una semana antes, el 10 de marzo, frente a Palacio Nacional para exigir condiciones de seguridad que les permitieran regresar a sus hogares y volver a trabajar sus tierras.

Ello, ante la falta de respuesta del alcalde Jerez, José Humberto Salazar Contreras, y del gobierno estatal que encabeza David Monreal. La manifestación obligó a las autoridades municipales a anunciar el programa Recuperación y a las estatales a movilizarse. 

Aunque el gobierno de Zacatecas se comprometió a instalar bases en Palmas Altas, Ermita de los Correa, Guadalupe Victoria y Villa Hermosa. 

Hasta ahora, las dos primeras son las únicas que cuentan con vigilancia permanente; mientras que en la tercera los policías estatales realizan recorridos, pero no se han establecido en un inmueble, según se pudo constatar en un recorrido por las localidades. En la cuarta, según informó el gobierno estatal el viernes 1 de abril, recién se instaló una base de elementos de la policía estatal preventiva.

Los elementos de la Guardia Nacional y del Ejército se instalaron en una casa en la que los cárteles escribieron sus iniciales, pero los soldados pintaron la fachada y quitaron las letras.

En total los habitantes de 18 comunidades de desplazados de Jerez fueron víctimas, es decir, aún falta que se instalen bases militares permanentes en al menos 15 comunidades más.

Igualmente, sigue pendiente que los tres niveles de gobierno garanticen las condiciones de seguridad para que los desplazados puedan volver a sus lugares de origen, como se comprometieron el fin de semana pasado las autoridades, con la certeza de que no tendrán que volver a abandonar sus comunidades nuevamente.