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Día del Niño: así padecieron los 'peques' las clases virtuales

Durante las clases virtuales los menores no se podían concentrar y eso les dificultó aprender los temas enseñados.

Los niños de primaria prefieren las clases presenciales a las virtuales. Créditos: Juan Carlos García
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Los niños se encuentran felices de regresar a las escuelas durante este ciclo escolar 2021-2022 luego de la pausa que provocó la pandemia causada por el virus del COVID-19 y que les trajo problemas de aprendizaje.

Esto de acuerdo con la psicóloga educativa y maestra Nisa Cabello Mendoza, puesto que en casa los estudiantes de educación básica no siempre contaban con las herramientas elementales para tomar sus clases virtuales.  

“Si tú vas a una escuela o a todas las escuelas de la Ciudad de México, estoy segura que el 80 por ciento de los estudiantes, incluyendo a los que no les gustaba ir a la escuela y tú les preguntas si están felices de regresar a la escuela te van a decir que sí”, afirmó.

Pero esto no es sólo una cuestión de gustos ya que “los niños son seres sociales también. Entonces ellos requieren de cierta socialización en las escuelas”, destacó la profesora.

Esta idea es uno de los postulados más famosos del filósofo Aristóteles, ya que él llegó a la conclusión de que por naturaleza el hombre es un animal político, proposición que la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM pone al centro de su escudo. 

En un sondeo realizado por Radio Fórmula en una escuela en Yucatán, los estudiantes afirmaron que aprenden más en sus clases presenciales que en línea, además de que en esta modalidad presentaban varios problemas.

“Vas aprendiendo más de lo que aprendías en línea, porque en línea era más complicado, porque a veces perdía la conexión o no podías asistir en clase por falta de internet”, dijo una estudiante.

En el caso de los alumnos de primer grado de primaria, previo al inicio del ciclo escolar 2021-2022 no habían podido socializar con sus compañeros, no compartieron con ellos sus materiales en clase, ni tuvieron un vínculo presencial con su docente.

“Ellos (los niños de primer grado) no supieron lo que es experimentar el preescolar y en el preescolar desarrollar muchas habilidades que te preparan para la primaria. La independencia, el desarrollo motor”, enfatizó la maestra.

Sobre el último punto destaca que hay ejercicios para desarrollar la motricidad fina, como escribir, recortar y colorear, y la motricidad gruesa, como la educación física.

La falta de socialización en la educación dificulta que los alumnos entiendan y acaten instrucciones; la especialista en educación pone de ejemplo que muchos de los estudiantes de primer grado tardaban en comprender cómo armar un círculo cuando se les daba la indicación.

Créditos: Cuartoscuro

Los padres también están felices de que sus hijos regresen a clases

Aunque para los padres también representó una alegría que sus hijos volvieran a las aulas, puesto que muchos de ellos no siempre podían adecuar un buen lugar de estudio para los pequeños.

Además de que tenían muchas actividades y una ausencia de formación docente, lo que se traducía en desesperación cuando intentaban explicar algunos temas escolares.

 “Y lo veíamos mucho nosotros (los profesores) en las clases virtuales, algunos dejaban sus micrófonos prendidos y pasó que decían ‘chamaco tal por cual’, a uno le jalaban la oreja y lloraba”, contó la psicóloga educativa.

Aunque la maestra recuerda que durante la pandemia, las familias se encontraban en un momento difícil: “la economía estaba fallando, las relaciones interpersonales, de estar todo el tiempo juntos, ya los había cansado, ya no tenían paciencia”, esto sin dejar de lado que hay familias con tres o cuatro hijos que estudiaban en casa.

En ese caso muchos alumnos tomaban clases incompletas para que todos los integrantes de la familia pudieran asistir al menos a un fragmento de lo que explicaban los docentes, pues en algunas viviendas sólo se contaba con un dispositivo, insuficiente para que más de una persona tomara clases virtuales.

Créditos: Pixabay

Hubo alumnos que se encontraban inscritos al ciclo escolar y que nunca tomaron clases virtuales, ya sea por la falta de internet o alguna condición similar.

Pero también existieron casos de madres y padres que llevaban a sus hijos a los parques para que pudieran conectarse al internet del gobierno de la Ciudad de México y así aprender y enviar las tareas que les pedían en la escuela, recuerda Cabello Mendoza.

De acuerdo con los datos del último censo realizado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en el 2020, el 52.1 por ciento de las viviendas en todo el país cuenta con acceso a internet, pero sólo el 37.2 por ciento tiene una computadora, laptop o tablet.

Otras desventajas de las clases virtuales

En los hogares las clases virtuales no siempre eran lo más importante, puesto que mientras los menores tomaban sus materias se podía ver o escuchar que algún miembro de la familia cocinaba, prendía la licuadora o hacía otras labores domésticas.  

“Yo vi muy pocas veces que un padre de familia le haya dado el espacio o el respecto adecuado para tomar una clase”, recalca la maestra.

“Los niños necesitan tres cosas importantes, la concentración, la atención e inclusive la memorización”, abunda.

Cuando los niños tienen muchos distractores, como pasaba en las clases en línea de la pandemia, se les dificulta mucho aprender los temas que les enseñan los docentes, por eso se podrían tardar más en saber cómo leer y escribir.

Durante el ciclo escolar 2021-2022 hay 29 millones 349 mil 470 estudiantes en todo México, mismos que se han readaptado al regreso a las escuelas tras la pausa que causó la pandemia provocada por el virus del COVID-19._Con información de Radio Fórmula Yucatán