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SEGURIDAD

Los “fantasmas” de Jerez: Narcos usaban los baños de escuelas en horarios de clase

Los enfrentamientos entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa dejaron a 141 estudiantes de preescolar, primaria y secundaria de 4 comunidades de desplazados sin clases y sin maestros por la violencia e inseguridad.

Las escuelas fueron otro espacio ocupado por los criminales antes de que los habitantes de Jerez fueran desplazados.Créditos: Daniela Mena / Grupo Fórmula
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Los profesores de las escuelas de Sarabia, una de las 18 comunidades de desplazados en Jerez, Zacatecas, cancelaron las clases presenciales de nivel básico (preescolar, primaria y secundaria) en enero de 2021, ante el incremento de la violencia y el terror que generaron las disputas por el territorio entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Esta información forma parte de la investigación especial Los "fantasmas" de Jerez: Las casas y vidas que arrebató el narco.

Uno de los profesores, quien pidió omitir su nombre, señaló a Grupo Fórmula que los docentes notaron la presencia de sujetos armados desde mediados de 2020. Conforme avanzaron los meses notaron que pertenecían al narco, pero desconocían a cuáles grupos armados. 

Sin embargo, a principios del año pasado la inseguridad incrementó, tras el asentamiento del narco en Jerez, y eso orilló a los profesores a dejar de asistir a las instituciones educativas. 

Algunos integrantes de los grupos armados entraban a los baños de las escuelas, mientras los estudiantes estaban tomando clases. Aunque nunca agredieron a los docentes, ni a los alumnos, sí les daba miedo ver a sujetos armados en los pasillos.

“Se tomaban la libertad de entrar al baño. En ocasiones yo estaba dando la clase y entraban así como si nada”, relató.

Los narcos también colocaron retenes a lo largo del camino principal que se utiliza para entrar a las comunidades. Ahí detenían a las personas que entraban o salían de las comunidades para hacerles una revisión.

El profesor señaló que los tres maestros de educación básica de Sarabia siempre viajaban juntos para ahorrar gasolina; pues ninguno vivía en las comunidades de la zona serrana.

“En una ocasión sí nos detuvieron y nos llegaron a revisar los celulares; a mi compañera le quitaron dinero, al otro compañero tomaron fotografía de su INE”, contó.

Los narcos intentaron ganarse a niños, niñas y adolescentes

El profesor de Sarabia contó que los narcos intentaron ganarse a los estudiantes, principalmente a los que se encontraban en la secundaria. 

“Iban a la tienda y les ofrecían 500 pesos, dinero, o les daban algo, así nada más porque sí”, expuso.

Cuando el maestro se dio cuenta que eso estaba pasando les advirtió a las madres de familia; pues temía que los criminales lo usaran como “gancho” para reclutar a los jóvenes.

Ninguno de los estudiantes a cargo del profesor se integró a los grupos del narco. Aunque sí se dio cuenta que los sujetos armados, a veces, prestaban sus camionetas a los adolescentes.

141 estudiantes se quedaron sin clases presenciales

Sarabia no fue la única comunidad de Jerez en la que suspendieron las clases, ya que lo mismo sucedió en Palmas Altas, Cieneguitas y Guadalupe Victoria, según los habitantes.

Los maestros continuaron con las clases en línea. Ello, a pesar de que las 4 comunidades de desplazados no cuentan con una conexión estable a internet.

Por lo que los profesores tuvieron que adaptar los planes de estudios y crear estrategias de trabajo para que niños, niñas y adolescentes continuaran con las clases a través de mensajes de texto por telefonía móvil.

Esta situación afectó a 141 estudiantes de preescolar, primaria y secundaria, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En total las cuatro comunidades tienen 7 escuelas generales, es decir, que dependen de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y 3 del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe).

El Consejo se encarga de prestar servicios de educación comunitaria en zonas rurales e indígenas que “registran altos y muy altos niveles de marginación y rezago social en la población potencial”.

Además, todas las instituciones educativas sólo tienen turno matutino y un docente, ya sea el director o un profesor o profesora.

Como los profesores, los estudiantes abandonaron las escuelas

María, una de las desplazadas de Sarabia, dijo a Grupo Fórmula que los profesores ya no querían asistir a la comunidad por el incremento de la violencia e inseguridad. 

Así que las familias de los estudiantes se organizaban para recogerlos en el centro de Jerez, llevarlos a las escuelas y regresarlos. Aunque llegó el momento en el que los maestros ya no quisieron ir por miedo e implementaron la educación en línea, como cuando empezó la pandemia de COVID-19.

La maestra Mónica, quien también daba clases a las infancias desplazadas, consideró que volver a las clases en línea fue complicado porque en las comunidades no hay internet, ni servicios de telefonía estables. Por lo que era difícil mantener la comunicación.

"Es muy complicado seguir esta parte de la educación a distancia en estas comunidades donde no hay los servicios que se requieren", agregó.

Para los estudiantes también fue difícil porque estaban entusiasmados por asistir una o dos veces por semana, pero tuvieron que volver a abandonar las aulas. Así que para ellos se combinó la inseguridad con la emergencia sanitaria.

A pesar de esto, la mayoría de los estudiantes continuaron con las clases a distancia, mientras permanecieron en las comunidades, según el profesor de Sarabia.

 

Así lucen las escuelas de las comunidades de desplazados a 9 meses de que fueron abandonadas. Créditos: Aseneth Hernández.

Cuando las familias fueron desplazadas y la mayoría se fue al centro de Jerez, hubo estudiantes que se cambiaron a escuelas cerca de su nuevo domicilio, donde las clases sí son presenciales. Ese fue el caso de los hijos de María y de Laura, otra de las víctimas de desplazamiento.

Hubo algunos que empezaron a trabajar para ayudarle a sus familias a pagar la renta de los inmuebles en los que ahora viven.

Ello, a pesar de que el profesor de Sarabia intentó continuar con las clases presenciales en el centro de Jerez y para hacerlo el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF) le prestó un Centro de Desarrollo Infantil.

"Mi niño estuvo asistiendo a la misma de aquí, pero se complicaron las cosas y mi maestra me comentó que íbamos a seguir en línea. Fue una cosa que a mí no me conviene porque es un año que estuvo en persona en la escuela, hace como un mes lo saqué de Sarabia y lo metí en la escuela de Jerez", relató Laura.

El narco no destruyó las escuelas, pero sí las saquearon

La Escuela Primaria General José María Morelos, ubicada en Palmas Altas, fue saqueada por el narco, igual que las casas de los desplazados usaron lo que encontraron para construir sus campamentos en los cerros de la sierra de Zacatecas. Aunque no las usaron como campo de batalla, ni las destruyeron.

Aunque las escuelas fueron saqueadas por el narco, sus muros están intactos y no tienen huellas de violencia. Créditos: Aseneth Hernández.

Entre sus salones quedan algunas sillas y mesas que forman parte del inmobiliario de la institución. Ahí parece como si el tiempo se hubiera detenido, ya que uno de los pizarrones aún tiene la fecha de la última vez que los estudiantes tomaron clases presenciales: 16 de noviembre de 2021.

Los narcos también dejaron algunos trabajos de los niños y niñas intactos; libros de texto y material didáctico; una estufa y un refrigerador. Tampoco rompieron vidrios o puertas.

El 16 de noviembre de 2021 fue el último día que los niños y niñas de Palmas Altas asistieron a la escuela. Créditos: Aseneth Hernández.
Entre las cosas que quedaron intactas hay trabajos escolares y libros. Créditos: Aseneth Hernández.

Los profesores también quieren regresar a las comunidades

Los profesores y profesoras de Sarabia intentaron continuar con las clases en línea para evitar que los estudiantes abandonaran sus estudios. Aunque para ellos fue un reto adaptar los planes de estudios a las necesidades de los alumnos.

“Fue un reto, un reto grandísimo tener que continuar con las clases porque yo me aferraba a que no abandonaran sus estudios porque llegaban de repente a decirme: no pues yo ya me voy a salir de la escuela”, agregó el maestro de Sarabia. 

El nivel académico de los estudiantes se vio mermado con las clases en línea y eso disminuyó su rendimiento académico.

“Creo que eso afectó mucho. Se bajó el nivel de aprovechamiento de los alumnos, también el trabajo. Nos cambiaron así de repente, terminó el ciclo, se cerró la escuela”, sostuvo.

El docente afirmó que quiere regresar a dar clases a Sarabia, igual que el resto de los profesores, cuando los desplazados regresen a sus hogares. De esa forma podrán ayudar a sus alumnos a recuperar el nivel académico que tenían.

Para ello, el profesor de Sarabia demandó al gobierno estatal y municipal que garanticen la seguridad de todos los habitantes e instalen bases militares en todas las comunidades de Jerez para evitar que el narco regrese. Te invitamos a leer el reportaje completo Los "fantasmas" de Jerez: Las casas y vidas que arrebató el narco en nuestro micrositio.