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El ABC del plan de la SEP: ¿es posible sustituir grados escolares por fases?

La SEP tiene nuevos planes para su modelo educativo: sustituir los grados escolares por seis fases de aprendizaje. ¿Cuáles son las implicaciones? Te contamos.

SEP: ¿Desaparecerán los grados escolares?Créditos: Daniela Mena
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La Secretaría de Educación Pública (SEP) tiene nuevos planes para su modelo educativo: sustituir los grados escolares por seis fases de aprendizaje, de acuerdo con el Marco curricular y plan de estudios 2022.

"Otro de los aspectos de la transformación curricular, además de la organización por campos, es transitar de grados escolares al establecimiento de contenidos por Fases de Aprendizaje", dio a conocer la Secretaría en días recientes.

En ese sentido, la dependencia justifica que con la propuesta busca darle sentido a la explicación de los temas, así como promover una perspectiva amplia e integral de planteamientos. Sin embargo, ¿hay una ‘ruta’ clara para alcanzar la meta establecida? Marco Fernández, investigador asociado de México Evalúa, considera que no.

“Hay una serie de aspectos nodales que los documentos, las asambleas y las entrevistas del vocero no clarifican. Ejemplo: en la reorganización del sistema educativo, ¿cómo planificarán y, sobre todo, modificarán sustantivamente la formación y capacitación docente para lidiar con éste tipo de retos?. No hay nada de nada”, sostiene Fernández.

¿Desaparecerán los grados escolares?

Lo que la SEP tiene en mente es acomodar los grados escolares en distintas fases, de tal forma que se agruparían así:

  • Primera fase: educación inicial que abarcaría de 0 a 3 años.
  • Segunda fase: integrada por niñas y niños que se encuentren en educación preescolar.
  • Tercera fase: contempla a quienes cursan el primer y segundo año de primaria.
  • Cuarta fase: abarcaría lo proporcional a tercer y cuarto año de primaria.
  • Quinta fase: abordaría aquellos temas relacionados a quinto y sexto grado.
  • Sexta fase: comprendida por los tres años que corresponden a la educación al nivel secundaria.

Marco Fernández explica que ésta idea parte de tratar de establecer condiciones, por ejemplo, para reconocer que las y los alumnos tienen un grado distinto de aprendizajes. Es decir, aquellos que por su edad tendrían que estar en lo que hoy es un grado escolar menor, puedan ser incorporados a fases más avanzadas, independientemente de su edad.

A fin de 'medir' qué afectaciones y diferenciaciones hay en materia de aprendizaje, el también profesor-investigador de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey destaca la importancia de la aplicación de, por ejemplo, el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (Pisa, por sus siglas en inglés). 

No obstante, puntualiza que México ha sido incapaz de utilizar la información de las evaluaciones para crear rutas para corregir la formación educativa.

De esta forma, explica que los países en los que se ha aplicado este modelo, como Finlandia o Canadá, hay una certera identificación en torno a los avances diferenciados de los aprendizajes de sus alumnos, pero en México la realidad es otra.

“No tenemos un diagnóstico de cuáles son las afectaciones en los aprendizajes porque este Gobierno se ha negado a hacer cualquier tipo de prueba que permita dar cuenta del tamaño de las afectaciones de los aprendizajes”, expone.

Por ello, Fernández critica que una vez que se tienen los resultados de Planea, antes Enlace; y Pisa, no se establece con claridad cuál es la ruta de acciones, calibrada a las realidades específicas de las escuelas, para ir cambiando esa discrecionalidad del aprendizaje.

Fases de aprendizaje en vez de grados escolares… ¿poca claridad?

El investigador Marco Fernández remarca que hay poca claridad por parte de la autoridad educativa con relación a su plan.

“No ha querido dar información al respecto (la SEP). Actuamos como si no hubiera habido afectaciones a aprendizajes y como si no hubiera problemas serios de afectaciones en la parte socio emocional”, subraya.

Ante ello, considera que no se vislumbra estrategia alguna para atender estos obstáculos. Asimismo, descarta que se haya establecido un camino para fortalecer la capacitación de docentes.

“Lo más triste es que el país enfrenta carencias educativas del siglo XX cuando ya tiene encima los desafíos del siglo XXI, y tiene una autoridad que gasta mucho tiempo en ideología y prácticamente ha ignorado la parte pedagógica”, concluye.