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El aborto en la CDMX y la lucha para que sea realmente digno

La ILE puede realizarse en la CDMX desde 2007, pero eso no es garantía de que las mujeres tengan acceso a procedimientos dignos.

Pese a que la CDMX permite la ILE desde hace 15 años, aún hay grandes retos para que el procedimiento sea digno. Créditos: Radio Fórmula/Angélica Gallardo
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El pasado 28 de septiembre la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, hizo un llamado a la ciudadanía para que se abstuviera de realizar actos violentos en el marco del Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe.

Pese a que la capital mexicana cuenta con interrupción legal del embarazo (ILE) desde abril de 2007, las mujeres siguen en pie de lucha y eso les valió un comentario de la mandataria:

“Se sigue apoyando a todas las mujeres. Es más, es una razón adicional de por qué no deben haber actos violentos cuando ya es una ciudad que tiene ese derecho desde hace mucho tiempo”, expresó la política.

Esta postura llegó a oídos de la colectiva ‘Amamachas Aborteras’, quienes tienen muy claro que la despenalización del aborto no se limita a la aprobación en los Congresos.

“La Jefa de Gobierno nos hacía mucho una pregunta, abierta a todas las personas, de ‘¿por qué seguimos marchando en lugares?’, o en este caso en la Ciudad de México, ‘¿por qué seguimos saliendo a marchar el 28-S?’”, comentó Esme, integrante de la organización.

“Justo es porque la lucha de nuestra parte no termina cuando dicen que es legal el aborto en un estado, sino que se tiene que garantizar una atención integral para todas las mujeres y personas gestantes”, apuntó.

“Que sea legal no quiere decir que les den indicaciones, que el personal médico esté capacitado o informado para acompañar procesos de aborto, que realmente se atienda de manera digna dentro de las clínicas”, señaló la joven en entrevista con Grupo Fórmula.

La activista mencionó que aún es necesario que la ILE se otorgue correctamente, pues a estas alturas las mujeres y personas gestantes de la Ciudad de México se enfrentan a situaciones como el desabasto de los medicamentos requeridos en el proceso.

“Ahorita, por ejemplo, hay un desabasto de mifepristona en todas las clínicas públicas, entonces no se les está dando a las solicitantes. Al no haber mifepristona les dan misoprostol solo, pero no les dan el régimen que les deberían de dar, no les dan la mínima cantidad”, explicó la activista.

Según el testimonio de la acompañante de aborto, el mínimo que se debe otorgar son 12 pastillas pero las mujeres y personas gestantes sólo reciben 8 en los recintos públicos capitalinos.

La CDMX es la entidad que tiene más tiempo con la despenalización del aborto. Créditos: Cuartoscuro.

¿El acceso al aborto gratuito y seguro va con regaño incluido?

Fernanda es usuaria de aborto. En su primera experiencia lo hizo mediante la opción otorgada por el gobierno. Aunque el personal la trató bien, sí se enfrentó a una actitud hostil.

En un procedimiento que llevó a cabo en 2016, una médica que le realizó el ultrasonido la hizo sentir mal al cuestionarla excesivamente sobre su decisión.

Al conversar con Grupo Fórmula, Fernanda y mencionó que también la presionaron para colocarle un método anticonceptivo sin valorar su situación de salud, dado que ella padece una enfermedad reumática.

“Algunos de los anticonceptivos que dan son hormonales y en mi caso no me funcionaron porque yo tengo una enfermedad reumática y toda esa parte hormonal me afectó mucho. A mí me pusieron el Mirena y tal vez por eso yo seguía menstruando, mi cuerpo nunca tuvo oportunidad de descansar esa parte y fue algo que me molestó después”, señaló la entrevistada.

La organización ‘Amamachas Aborteras’ coincide en que en algunas clínicas hay falta de empatía con las mujeres y personas gestantes. Además, muchas veces no son espacios seguros porque las personas antiderechos acuden afuera de los recintos con la intención de persuadir a las solicitantes de aborto.

Esto ocurre todavía, pese a que ya pasaron 15 años desde que el Congreso local aprobó la despenalización del aborto con 46 votos a favor, 19 en contra y una abstención.

En la CDMX hay desabasto de mifepristona, uno de los medicamentos para abortar. Créditos: Cuartoscuro.

Según cifras del Sistema de Administración Médica e Información Hospitalaria, de abril de 2007 a octubre de 2022 se efectuaron 254 mil 878 interrupciones legales del embarazo en esta región del país.

El 2014 fue el año en que más servicios de aborto se brindaron, con 20 mil 559; de ahí en adelante las cifras disminuyeron y en lo que va de este año se han otorgado 10 mil 682 atenciones.

Hay 7 Unidades Médicas y 8 Hospitales en los que es posible obtener el servicio de forma legal, gratuita y segura. A ellos no sólo acuden las capitalinas, sino también ciudadanas de otros estados.

En los 15 años de ILE en la Ciudad de México se atendió a 175 mil 247 habitantes de la capital y a 69 mil 699 personas del Estado de México, entidad colindante en la que el aborto no está despenalizado.

En la capital, como en la mayoría de las entidades en las que el aborto está despenalizado, se puede interrumpir un embarazo hasta las 12 semanas de gestación.

Ante la limitante temporal, Esme de ‘Amamachas aborteras’ explicó que es importante que desde las instituciones se abran canales a quienes tienen más de tres de embarazo porque cada situación es muy particular. En diversas ocasiones se rechaza dar atención a las solicitantes sin valorar la causal bajo la cual podrían acceder al aborto.

En la CDMX más de 10 mil mujeres ejercieron su derecho al aborto en lo que va de 2022. Créditos: Cuartoscuro.

Fernanda relató que ella fue testigo de cómo en 2016 personal del Centro de Salud T-III México España, de la alcaldía Miguel Hidalgo, ‘regresó’ a una joven que tenía 13 semanas de embarazo.

“Todas entramos en fila. Entramos como 13 nos fueron sentando adentro del lugar. Ahí le fueron diciendo a cada una cuántas semanas de embarazo tenía”, contó.

“Una chica tenía 13 semanas y le dijeron que ya tenía las trece semanas, que ya no se podía hacer nada y que podían orientarla como con otras cuestiones como adopción o algo similar. Escuché que la chica pues iba a buscar en otro lugar, que iba a intentar en otro hospital”, narró Fernanda.

La entrevistada también vio cómo una mujer adulta que estaba casada acudió a realizarse un aborto a escondidas de su esposo, quien no quería hacerse la vasectomía.

En ese sentido, volvió a criticar que a las mujeres se les presione para colocarse métodos anticonceptivos sin que haya un seguimiento integral de lo que ocurre en cada caso.

Al relatar su experiencia para Grupo Fórmula, Fernanda dejó entrever que en ese entonces le habría gustado tener un acompañamiento más cercano

“Así como te presionan para que te pongas un anticonceptivo también deberían de cubrir esa parte emocional, psicológica. (…) Creo que sí debería haber un acompañamiento psicológico y jurídico, que según lo hay, pero pues es gente que se la pasa en su oficina. Yo me acuerdo que los vi e iba a entrar, pero no me dieron ganas porque traían una cara burocrática”.

Esta información forma parte de la investigación especial Sobrevivir juntas a la violencia contra las mujeres realizada en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres (#25N).