En las últimas semanas, Cuauhtémoc Blanco Bravo, gobernador de Morelos, se ha visto envuelto en la polémica luego de que saliera a la luz una fotografía en la que el también exfutbolista aparece junto a 3 presuntos líderes de cárteles del crimen organizado.
Lo anterior derivó en un conflicto legal entre el mandatario morelense y Alberto Capella, extitular de Seguridad del estado, e incluso llevó al Congreso local a solicitar a la Fiscalía General de la República (FGR) que investigue el caso.
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Durante su etapa como futbolista, “El Cuau” destacó por su carácter explosivo y sus constantes discusiones con sus rivales; sin embargo, como mandatario estatal ha mostrado mayor control de sus reacciones.
¿Qué ha cambiado en la personalidad de Cuauhtémoc Blanco en los últimos años? Esto dice su firma, según un análisis hecho por la grafóloga Maryfer Centeno en el noticiero de Joaquín López Dóriga en Grupo Fórmula.
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Al analizar la rúbrica de “El Cuau” cuando era futbolista, la experta explicó que ésta mostraba que era una persona emotiva y con poco control de sus impulsos, algo que mostraba constantemente en la cancha.
El tipo de escritura que utilizaba lo describía como alguien que se exaltaba fácilmente y que reaccionaba de forma desproporcionada ante las circunstancias.
La escritura hacia arriba también lo mostraba como una persona ambiciosa, optimista y deseosa de sobresalir.
La firma del gobernador Cuauhtémoc Blanco
En contraste, al incursionar en el mundo de la política y convertirse en gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco mostró un cambio radical en su firma.
Una de las primeras variaciones que se pueden observar es que la escritura se volvió menos “adornada” para ser más práctica, además de que muestra más rasgos de disciplina.
Mientras que cuando era futbolista su firma mostraba problemas para controlar sus reacciones, su rúbrica como gobernador lo muestra como alguien “que no es una persona ni violenta ni con ganas de pelea”.
Otra de las diferencias más notorias es el tamaño de la letra, lo que hace pensar que se volvió un hombre más cauteloso y más observador.