Amado Carrillo Fuentes, conocido como "El señor de los cielos" fue uno de los narcotraficantes más buscados de México, Estados Unidos y otros países de América. Ganó el sobrenombre debido a que transportaba drogas mediante una flota aérea. Falleció en 1997, sin embargo, a más de 20 años, hay testimonios que contradicen los hechos de su muerte.
El señor de los cielos fue líder del Cartel de Juárez y socio de Pablo Escobar, narcotraficante colombiano. La asociación se convirtió en una de las principales organizaciones criminales exportadoras de cocaína a norteamérica.
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¿Que pasó con el cadáver de "El señor de los cielos"?
La versión conocida sobre la muerte de Amado Carrillo dice que murió el 4 de julio de 1997, en el hospital Santa Mónica de la Ciudad de México, después de practicarse una cirugía plástica para modificar su rostro.
La familia de Carrillo había trasladado en secreto el cadáver desde la CDMX hacia una funeraria en Sinaloa, aparentemente en espera de darle al "Señor de los cielos" un entierro discreto, antes que se diera a conocer la muerte del líder del narco.
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Aurora Fuentes, madre de Amado, identificó el cadáver desnudo de su hijo al llegar a su ciudad. Sin embargo, numerosos policías armados llegaron a la funeraria y secuestraron el cadáver en su ataúd metálico gris para llevarlo de regreso a la capital del país. Agentes vestidos de civil, cerraron el aeropuerto de la ciudad de Culiacán cuando el cadáver fue trasladado de regreso.
Una semana después de su fallecimiento, la PGR mostró públicamente el cuerpo adentro del ataúd. Su rostro estaba completamente cambiado, lo que despertó dudas porque de la cara sobresalía un bigote, cuando se supone que para la cirugía debían haberlo rasurado.
Finalmente, el cuerpo fue entregado a la familia y sepultado en un mausoleo en el cementerio Jardines del Humaya en Culiacán, Sinaloa que en su interior tiene una capilla para 50 personas.
Otras versiones señalan que el "Señor de los cielos" no murió, sino que en realidad se encontraría en Estados Unidos y que habría fingido su muerte para unirse al programa de testigos protegidos de dicho país, otra es que huyó a Sudamérica; a países como Argentina o Chile.