En México existen condiciones de sequía de severa a extrema, lo cual ha ocasionado que las presas estén por debajo de su nivel promedio y exista una preocupación ante la falta de agua. Otros países del mundo también se enfrentan a esas condiciones y la amenaza del 'Día Cero' -cuando ya no hay agua disponible para la población-, pero Israel echa mano del agua de mar.
El agua de mar no es potable a causa de su elevado nivel de salinidad, sin embargo, Israel cuenta con un sistema de desalinizadoras; aunado a una serie de políticas para reciclar el líquido y el uso de innovadores sistemas hidráulicos para la agricultura como el riego por goteo, de acuerdo con información de la Embajada de México en Israel.
¿Cómo le hace Israel para beber agua del mar?
El territorio de Israel, nación localizada en Medio Oriente y en las costas del Mar Mediterráneo, está dominado por el desierto de Néguev; aunado a que es asediado por sequías constantes, por ejemplo diciembre de 2023 fue considerado como el más seco en los últimos 60 años, de acuerdo con la Autoridad Gubernamental del Agua y Alcantarillado.
Para enfrentar estas carencias que supone un territorio desértico, Israel creó cinco plantas desalinizadoras (Ashkelon, Palmachim, Hadera, Sorek y Ashdod) que aportan hasta el 65 por ciento del agua potable que consume el país; Desalitech y Veolia fueron algunas de las empresas que ayudaron a implementar este tipo de tecnología en dicha nación.
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Las plantas desalinizadoras utilizan procesos de ósmosis inversa para eliminar la sal y otras impurezas del agua, proporcionando una fuente adicional de agua dulce. Israel es líder mundial en el uso de la desalinización y ha logrado reducir significativamente su dependencia de fuentes de agua limitadas", afirma el gobierno de dicho país.
La ósmosis inversa es un sistema donde se le aplica una gran presión al agua de mar y se pasa a través de una membrana semi impermeable, con la finalidad de que sólo pase el agua y no las sales disueltas u otros minerales. Otros procesos que se pueden aplicar son la destilación, congelación o la electrodiálisis.
En 2021, Israel recibió al menos tres ofertas para abrir una sexta planta desalinizadora en Galilea Occidental, potabilizaría hasta 100 millones de litros cúbicos de agua al año. El costo de esta obra sería de mil millones de nuevos séqueles -la moneda de Israel-, un equivalente a 46 mil millones de pesos.
La tecnología de Israel aplicada al agua no termina ahí, ya que el país también recicla hasta el 80 por ciento de sus aguas residuales a través de 120 plantas de tratamiento, por ejemplo, las instalaciones de Haifa regeneran hasta 37 millones de metros cúbicos del líquido al año.
Israel también desarrolló tecnología para detectar y reducir las fugas en el sistema de distribución de agua, lo cual ayuda a reducir pérdidas hasta en las cañerías municipales. En la agricultura, el país implementó una serie de sistemas de riego por goteo, que les permite tener cosechas en medio del desierto.
