En el estado de Morelos existen más de 460 especies de aves, lo que representa el 38% del total de aves en México. 48 especies son endémicas, es decir solo las encontrarás en Morelos.
De todo este mundo de aves, una de las más conocidas y admiradas es el colibrí. También se le conoce con los nombres de picaflor, tominejo, chupaflor, chupamiel, zumbador, chupamirto, chuparrosa, rumbo, quinde, tentenelaire, gurrión, chichinflor, tucusito, zunzún, etc.
El colibrí, el ave
Según la Real Academia de la Lengua Española, el plural de "colibrí", puede ser "colibríes" o "colibrís". Existen unas 360 especies de colibrís alrededor del mundo, considerada la segunda mayor familia de aves.
Los colibríes son aves con características únicas, pues parece que fueron diseñados para volar y maniobrar ágilmente durante el vuelo.
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- es el único pájaro que puede volar hacia atrás y bocabajo
- el pulso cardiaco de un colibrí es de 1200 latidos por minuto, mientras que el de un humano es de unos 100 latidos por minuto
- el batir de sus alas es unas 80 veces por minuto
- tiene un pico muy largo y su lengua puede ser tan larga como su pico
- tienen las patas muy cortas y no pueden andar o saltar
- son las únicas aves que pueden mantenerse suspendidos en una sola posición, esto les permite alimentarse del néctar de las flores en pleno vuelo
- se considera que tiene la memoria más desarrollada de todas las aves
- el color de su plumaje no es debido a un pigmento sino a minúsculas burbujas de aire en capas, lo que da un efecto visual según el ángulo en que le mire
- los colibríes más pequeños llegan a pesar solo 2 gr.
- se tienen que alimentar cada 15 minutos
- por las noches entran en un estado de letargo y su ritmo cardiaco baja a 40 pulsaciones por minuto
- los colibríes emigran de Canadá y Estados Unidos a México y pueden llegar hasta Costa Rica.
El colibrí, leyendas y mitos
Los colibríes impresionaron a muchos pueblos originarios. Tal es el caso de los aztecas (mexicas) cuyo dios principal fue Huitzilopochtli, dios de la guerra y el sol y que era conocido como el "Colibrí Zurdo".
Los aztecas y otras culturas utilizaron plumas de aves para crear adornos corporales, penachos y escudos. Dos aves eran muy cotizados por sus plumas, los quetzales por ser las más grandes y colibríes, por ser las más pequeñas.
Los amantecas eran el gremio entre los aztecas que se dedicaba a la elaboración artística mediante plumas de aves; en su momento fue un oficio muy próspero y solicitado. Se cuenta que entre los tesoros del emperador Moctezuma se contaba con capas, yelmos y escudos adornados con las plumas más preciadas y por los artistas más cotizados.
Con la llegada de los españoles el arte con plumas de aves desapareció. Pero en la mente de muchos quedó la relación imaginaria entre los dioses antiguos y el colibrí.