¿Porqué en Sinaloa, la imagen de un jaguar caminando sigiloso en medio de la noche se convierte en portada de los diarios? ¿Será acaso un hecho extraordinario? No tendría por qué, pero dados los esfuerzos y el trabajo detrás de la imagen no queda margen para la duda.
En un mundo donde estos felinos son acechados al punto de peligrar su existencia, el observarlos, el captarlos en video, bien vale la pena.
La presencia de jaguares en la zona norte de Mazatlán y sur del municipio de San Ignacio siempre fue sabida; todos los pobladores habían visto alguno, todos tenían una anécdota, pero fue hasta la instalación de cámaras trampa que se logró obtener imágenes de los jaguares en nuestro Estado. Nada de esto pudo haber sido posible sin el logro central, la creación del área natural protegida conocida como La Meseta de Cacaxtla.
¿Una Meseta en Sinaloa?
Este espectacular sitio es la primera Área Natural Protegida establecida en el estado de Sinaloa. No solo es tierra de jaguares, sino de una biodiversidad de flora y fauna únicas en el Noroeste de México; es también la de mayor cantidad de personas viviendo dentro de sus límites en una docena de pueblos y sitios turísticos únicos.
El área natural protegida de Cacaxtla, no es propiamente una Meseta, pero su elevación a más de 380 metros, no muy lejos de las aguas del Océano Pacífico, hace que así parezca. Su extensión de 50 mil hectáreas va desde la costa hasta llegar prácticamente a la Sierra Madre Occidental, cubriendo un manto de naturaleza impresionante.
La amenaza de este hábitat y la cacería ilegal, sobre todo de felinos, y el tráfico de especies exóticas, fueron los motivos por los que la zona fue declarada protegida en el año 2000.
En los últimos años, se hablaba de la creación de un puerto cercano a la zona, pero el debate se zanjó de inmediato: habrá de hacerse al norte, la zona no se toca.
¿Qué hacer en la meseta de Cacaxtla?
Para recorrer la zona basta adentrarse unos kilómetros al norte de Mazatlán, al municipio de San Ignacio. A diferencia de lo que sucede en el puerto, donde imperan los amplios conjuntos hoteleros, en la zona de la Meseta los conjuntos son pequeños y se privilegia el ecoturismo, como lo son Las Labradas y Barras de Piaxtla. Así mismo hay un museo del jaguar en el corazón de la Meseta.
Las Labradas
A 50 km al norte de Mazatlán, este espacio frente al mar lleva el nombre de 'Las Labradas' gracias a los más de 700 petrograbados que existen sobre las espectaculares piedras volcánicas sobre el mar.
Sobre estas piedras yacen dibujos antiquísimos de flores, animales y figuras geométricas, que han resistido al paso del tiempo y al baño perenne del mar. Dadas sus condiciones únicas, se busca convertir al sitio en Patrimonio de la Humanidad. Justo en la zona del Trópico de Cáncer, en este sitio se ve el movimiento del Sol hacia el norte, posible razón para grabar en las rocas imágenes que aluden al Astro Rey
Barras de Piaxtla
Este paradisíaco sitio costero de catorce kilómetros tiene bahías, esteros y lagunas navegables, que serían la envidia de todos en Instragram.
La joya de la corona es su espectacular acantilado de “Punta Prieta”, que data de millones de años y es de material volcánico petrificado. Ahí se ha formado un arco, llamado “La Ventana", opuesto al de Cabo San Lucas en Baja California, siendo también la entrada al “Mar de Cortés”.
La cocina de Barras de Piaxtla es inigualable, sobre todo la de mariscos y es un lugar perfecto para explorar también al norte de Mazatlán.
Museo del Jaguar
Adentrándonos al municipio de San Ignacio se encuentra la comunidad de Cabazán, fundada por los jesuitas en el siglo XIX, ahí los pobladores han instalado un pequeño pero significativo Museo del Jaguar.
El museo es la joya de la corona para los senderistas que disfrutan de estos detalles inolvidables, como los que recoge el sitio, tales como mascaras, juguetes, imágenes y artesanías.