José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido como Pancho Villa, era un hombre de buen comer y podía darse cualquier gusto, ya que gozaba de poder.
Al llamado "Centauro del Norte" le gustaba la carne asada y seca; además, le encantaban las salsas rojas, comía muchas tortillas de harina y palanquetas de cacahuate.
En la época de la Revolución Mexicana surgieron la discada -una mezcla de carnes asadas- y los burritos; además, se hicieron populares los tacos de gusados, según el diccionario gastronómico Larousse.
En dicho tiempo, también apareció la machaca, cecina y tasajo, que servían para que los revolucionarios se alimentaran durante sus traslados y descansos.
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El maíz fue escaso durante la Revolución, así las tortillas eran de harina, que son típicas en el norte del país, por ello el "Centauro del Norte" las comía.
En cuanto a las bebidas favoritas de Doroteo Arango, podría pensarse que le agradaba beber alcohol; sin embargo, era enemigo número uno del licor, de hecho mandó a cerrar 50 establecimientos que lo vendían, cuando fue gobernador de Chihuahua.
Pancho Villa prefería el café de olla bien cargado y las malteadas de fresa -¡sí, las malteadas de fresa!-; es decir, prefería las fuentes de sodas a las cantinas.
¿Quién inventó las malteadas, bebida favorita de Pancho Villa?
La malteada que tanto le gustaba al revolucionario Francisco Villa fue inventada en 1897, por un hombre llamado Guillermo Horlick, de origen inglés.
De acuerdo con el portal de la empresa Crem Helado, la bebida fue diseñada como medicamento para niños -hoy es un rico postre de muchos sabores-.
Cuando nació bebida favorita de Pancho Villa, era elaborada con leche en polvo, crema batida y harina de trigo; actualmente es hecha con helado y leche.
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