Si de bebidas alcohólicas hablamos, México es un ‘master’, pues así como presume de tener un amplio catálogo de platillos típicos, también cuenta con una extensa variedad de licores, entre los que destacan el tequila, mezcal y aguardiente.
Aquellos pocos conocedores no descubrirán diferencia alguna entre estas tres bebidas, incluso el sabor lo encuentran muy similar; sin embargo, la realidad es que cada una tiene sus propias cualidades y características, mismas que las convierten en un licor único.
Diferencias entre el tequila, mezcal y aguardiente
Las principales diferencias que encontrarás entre el tequila, mezcal y el aguardiente se centran en su método de preparación, pero sobretodo su sabor.
Es importante que sepas diferenciar entre estas tres bebidas, pues otra variación es su precio, así que alguien más listo que tú podría aprovecharse de tu desconocimiento, y por lo tanto, te pueden dar gato por liebre, es decir, un licor por otro.
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Bueno ahora sí, una de las discrepancias más notables es que el tequila se obtiene única y exclusivamente del llamado agave azul.
Mientras que el mezcal es posible obtenerlo de hasta una decena de agaves distintos, aunque el más utilizado es el conocido como espadín.
En tanto que el aguardiente se obtiene de diferentes frutas, cereales, hortalizas y granos, cuya pasta o jugo fermentado es usado para su extracción y elaboración.
Los aguardientes provienen de una multitud de plantas ricas en sacarosa, que es el elemento esencial en la elaboración de la bebida. Entre algunos alimentos que se pueden utilizar para su elaboración se encuentran la manzana, uva, pera, ciruela, cereza, caña y hasta cereales como trigo y maíz.
Otra diferencia entre estas tres bebidas está en su proceso de elaboración: en el caso del tequila, se corta y desgarra el agave, luego se extrae la azúcar y el bagazo, para luego dar paso a un proceso de cocción, tras el cual sigue la fermentación, la destilación, el añejamiento y, finalmente, el ensamblaje.
Para fabricar mezcal, los productores cortan el agave y cuecen las piñas en un horno cónico, para luego pasar a un proceso de molienda, donde se fermentarán las fibras de los agaves cocidos y molidos, con lo que finalmente se obtiene una fermentación.
En cuanto al aguardiente, éste requiere que se dejen fermentar los jugos y melados de la caña de azúcar, para que después se pueda destilar y finalmente dé como resultado esta bebida.
Las regiones donde se producen también son diferentes: el mezcal es una bebida típica del estado de Oaxaca, el tequila tradicionalmente es de Jalisco, aunque también puede darse en Michoacán y Tamaulipas; el aguardiente se puede encontrar en Chiapas, Guerrero, Morelos, Veracruz y Oaxaca.
¿Cuál pega más?
Otra clara distinción del tequila, mezcal y aguardiente es su grado de alcohol, pues una se queda muy por debajo, mientras que otra alcanza un gran porcentaje, por lo que una buena borrachera está segura si acompañas tu noche con esta bebida.
La bebida que más te pega es nada más y nada menos que el mezcal, dado que puede llegar hasta los 45 grados de alcohol, por tanto, se te puede subir más rápido a diferencia de los otros licores.
Y es que el tequila puede rondar entre los 36 y 40 grados, en tanto que el aguardiente tiene una graduación de apenas 30 grados de alcohol.
Ya conoces las diferencias entre el tequila, mezcal y el aguardiente. Cuéntanos cuál es tu favorita.