Diego es conocido tanto en el mundo de las artes como en las pinturas, pero son pocos quienes conocían el pasado de este gran personaje.
Mientras que a Frida se le identifica por ser una mujer que sufrió ante las adversidades de su vida, Diego Rivera es un personaje que ganó el respeto de muchos, aunque otros lo satanizaron porque supuestamente envidiaba la pintura de Kahlo. Pero es a través de este cómic donde se puede conocer más a Rivera y su vida.
Una realidad en viñetas
El cómic “Diego Rivera” (Grijalbo) escrito y dibujado por José Luis Pescador y Francisco de la Mora brindan al lector la imagen de ese muralista, que durante años se le conoció gracias a la figura de Frida Kahlo, pero ahora es de manera solitaria.
En el cómic abordan desde la infancia, juventud, su estancia en Europa, el regreso a México, su vida en Estados Unidos y sus últimos días en el país.
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En esta trayectoria se muestra como Diego se acerca al pueblo de México, estuvo en contacto con las problemáticas de la Revolución mexicana e incluso con grandes personajes como José Guadalupe Posada, José María Velasco, Cézanne, Picasso, León Trotski.
Además de tener un carácter pesado que lo llevó a enemistarse con gobiernos como el de México o incluso con el de Estados Unidos.
Uno logra comprender las razones de los trazos en los murales y que hoy en día son recordados por muchos.
- El reto de conocer la vida de Diego Rivera sin Frida
No nada más se trata de pintar a Diego Rivera, sino más bien la cuestión aquí fue que De La Mora & Pescador encontrarán la técnica con la que iba a ser presentado, además de trabajarlo capítulo por capítulo.
En entrevista con Radio Fórmula, De La Mora señaló que realizaron paso a paso los capítulos del cómic, pero además también se dio la tarea de investigar la vida de Rivera de niño e incluso sus viajes a Europa.
“Por eso tiene una narrativa más clara en el capítulo y hay un salto muy brusco en el capítulo que no se explica de mayor manera”.
Algo que también se logra es la separación tanto de Diego como de Frida y a pesar de que estos dos son parte del imaginario (en el mundo) la narrativa aborda mucho de los conflictos del propio Diego Rivera.
“Vive cosas antes de Frida: se casa dos veces, tiene tres hijas y un hijo, viaja a París, regresa. Todo eso quise dejarlo claro, que Frida es una parte importantísima de su vida, pero no es su vida”.
El pasado de Diego fue algo que disfrutaron hacer en este cómic, pero lo que más llama la atención es el conflicto que hay siempre sobre si Rivera se enojaba por el talento de Frida, el cual se desmiente.
“Esa es una visión actual de la situación. En la época en la que vivieron yo no creo que en ningún momento Diego haya estado celoso ni poquito de Frida”.
Incluso, “él fue muy buena onda con ella, en términos de la pintura, y en otros aspectos fue un cabrón, pero la ayudó muchísimo como pintura y la impulsó a exponer” y asegura que esto fue una construcción de los personajes que se dio con el paso del tiempo.
Mientras tanto, José Luis Pescador, quien realizó el acabado del cómic, habló sobre el reto que tuvo no nada más para dibujar a Diego, sino que en alrededor de 200 páginas tenía que condensar la vida de este muralista.
“Era un reto escoger los momentos”, pero algo que ayudo mucho a Pescador fue la documentación gráfica y fotografía de estos dos personajes y el entorno en el que vivieron”.
Pero como atraviesa todo el siglo XX en la vida de Diego, su inquietud le da para vivir aventuras en todos lados.
Y una de las cosas curiosas del libro fue que se tomó la decisión de hacer en acuarela, además de tener una paleta de color distinta en los capítulos.
“Porque hay que evocar las mismas pinturas de Diego. Hicimos pruebas en computadora, blanco y negro, pero decidimos hacerlo en acuarela, aunque nos costara más de tiempo”.
“Pocas veces nos hemos parado en Palacio Nacional o en el Palacio de Cortés, donde allá murales de Diego Rivera, hay que tomarse un largo rato para apreciar cada detalle”.
Utilizaron 163 hojas de papel para acuarela más reposiciones, 30 páginas de papel guarro, fabriano y cartulina, 4 estuches de acuarela, 16 tubos de gouache, 14 litros de tinta china, entre otros elementos gráficos.