En un mundo donde la Iglesia se presenta como un refugio de fe y esperanza, hay quienes viven la amarga realidad de que este mismo espacio puede convertirse en un bastión de impunidad para delitos de índole sexual.
Así lo ha vivido Jorge Ordóñez Burgos, un padre de familia que desde hace 3 años presentó una denuncia en contra de un sacerdote en Ciudad Juárez por la supuesta comisión del delito de abuso sexual de su hija. Sin embargo, hasta el momento el caso se encuentra “congelado”.
En medio de trámites legales, el hombre ha buscado encontrar justicia para su hija, a quien sólo llamaremos Alejandra, para resguardar su identidad.
Denunció que Alejandra fue supuesta víctima de abuso sexual por un sacerdote identificado como Istibal V. O. , en hechos que presuntamente ocurrieron el 9 de septiembre de 2020, cuando tenía 10 años y asistió a una fiesta de cumpleaños acompañada de su madre.
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En esta reunión, presuntamente el sacerdote le realizó tocamientos inapropiados a la niña, luego de sentarla en sus piernas, pero tras sentirse incómoda y querer irse, la sujetó de la cintura para evitarlo.
Denuncia en la FEM
Por este hecho se presentó una denuncia en la Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM), documentada en la carpeta Número Único de Caso NUC-37-2020-0031066.
Sin embargo, la FEM informó que, en 2021, se judicializó la denuncia de un caso de abuso sexual, pero un tribunal decidió no vincular a proceso al acusado debido a la falta de tipificación del delito.
Ante esto, la víctima presentó una apelación. Posteriormente, se abrió una nueva carpeta de investigación por la presunta comisión de abuso sexual con penalidad agravada y, pese a las audiencias realizadas, el 17 de junio de 2022, la jueza de Primera Instancia, Brisa Yadira Merz Mendoza, dictó auto de no vinculación a proceso del sacerdote.
La defensa del sacerdote solicitó un sobreseimiento del caso, sin embargo, actualmente se encuentra vigente un amparo, por lo que el caso aún continúa abierto.
¿Qué dice la Iglesia?
Sobre este caso en particular, Gustavo Balderas, encargado de la Comisión de Pederastía de la Diócesis de Ciudad Juárez, expuso que no podía dar declaraciones al respecto.
Mientras que el Obispo de la Diócesis de Ciudad Juárez, José Guadalupe Campos Torres, declaró que sabía del caso, aunque ya se había resuelto.
“Ya se resolvió (...) Se declaró inocente”, dijo cortantemente.
Comentó que la Diócesis está abierta a recibir cualquier tipo de denuncia de este tipo para darles seguimiento, incluso, que él mismo las atendía.
Sin embargo, el propio Ordóñez Burgos señaló que no fue así en su caso, ya que nunca lo recibió el Obispo, así como sólo le informaron que por su denuncia el presunto responsable había sido absuelto por un tribunal en Roma.
Estadísticas
Cabe resaltar que de acuerdo con una solicitud realizada por Transparencia, en el estado de Chihuahua se presentaron 14 denuncias en contra de sacerdotes y religiosos en la última década.
Entre estas denuncias, Ciudad Juárez lidera con ocho casos registrados. Cuauhtémoc sigue con dos, mientras que Delicias, Guachochi, Guadalupe y Janos reportan una denuncia cada uno.
En Juárez, se contabilizaron cinco denuncias por abuso sexual, en los años 2024, 2021 y 2014. También se registró un caso de estupro en 2022 y dos denuncias por violación en 2018 y 2022.
Sin embargo, la denuncia presentada por Alejandra, correspondiente a 2020, no aparece en los registros proporcionados por la Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM) ni por la Fiscalía General del Estado (FGE).
Asimismo, las estadísticas de 2017, 2019 y 2023 han sido omitidas.
En Cuauhtémoc, se presentaron dos denuncia, por abuso sexual y violación, en 2021 y 2016, respectivamente. En los otros municipios, se reportó una denuncia de abuso sexual en Delicias, Guachochi, Guadalupe y Janos, en los años 2014, 2022 y 2024.
Mientras que en Ciudad Juárez, todas las víctimas tenían entre cero y 29 años, incluyendo a tres menores de edad.
Cifra Negra
Al respecto, Yadira Cortés, integrante de la Red Mesa de Mujeres, señaló que los casos denunciados representan sólo una fracción del problema, ya que persiste una “cifra negra” de víctimas.
Por ello, la activista subrayó la importancia de que se visibilicen estos casos, ya que víctimas que, por diversas razones, no denuncian.
“¿Cómo vas a denunciar a un sacerdote o a un padre o a un abuelo? Es una cuestión cultural que no justifica el abuso, pero explica en parte por qué hay víctimas que no denuncian”, señaló.
Según Cortés, las víctimas enfrentan un gran reto para denunciar abusos cometidos por figuras de autoridad, como sacerdotes, padres o abuelos, ya que estas personas representan figuras de respeto y confianza.