Jorge Atilano González, padre Jesuita y Delegado Provincial de Misiones Indígenas y Trabajo por la Paz, exigió justicia pues van más de 7 meses del asesinato de los sacerdotes jesuititas y la impunidad continúa, está vigente y el caso ya no muestra avances significativos.
Lo anterior luego de que La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a 11 integrantes de la comunidad jesuita de Cerocahui, luego de considerar que se encuentran en una situación de riesgo, debido a los asesinatos de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora, junto al guía de turistas Pedro Palma y el joven beisbolista Paul.
Expresó que es muy lamentable que el líder delincuencial y presunto agresor de los hechos no ha sido detenido, por lo que hizo un llamado a las autoridades a redoblar esfuerzos y combatir la violencia en la región que es incesante y el riesgo subsiste.